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719. Miércoles, 8 marzo, 2006

 
Capítulo Septingentésimo decimonoveno: "¡Trabajo femenino! Las faenas domésticas son la tarea más dura del mundo. Por eso no las realizan los hombres." (Edna Ferber, 1885-1968, novelista estadounidense)

Hasta hace relativamente poco la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, (y por "empatía" el resto de similares "academias") consideraba como "desviado" todo acto sexual que no consistiera en la introducción del pene en la vagina".

Las cosas van cambiando y, al menos por ahora, la opinión más extendida dice que una actividad sexual se considera "parafilia" cuando el individuo protagonista necesita de un objeto o de unas practicas poco usuales para la obtención del placer .

También es verdad que dicho así todos tenemos componentes parafílicos en nuestro comportamiento sexual (o eso, o uno es un completo aburrido incapaz de probar cosas nuevas).

Pero no conviene exagerar: lo que determina la parafilia -alteración- es la necesidad exclusiva y obsesiva de realizar esos actos para obtener el placer sexual. Ya se han asomado por aquí, algunas de ellas, (incluso originales ideas inspiradas en ellas) pero teniendo en cuenta que la lista "oficial" incluye 560 (y cada año se añaden nuevas), el filón es inagotable. Hoy, y para ser ordenados, van algunas de la "a":

- Altocalcifilia: atracción sexual por los zapatos de tacón.

- Acomociclitismo: excitación sexual por los genitales depilados.

- Antolagnia: excitación por oler flores.

- Andromimetofilia: excitación por tener relaciones con una mujer travestida como un hombre.

- Alveofilia: atracción por tener relaciones sexuales en la bañera.

Suma y sigue. "Cien personas comen según cien gustos" dice un refrán chino.