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686. Viernes, 20 enero, 2006

 
Capítulo Sexcentésimo octogésimo sexto: "La televisión es maravillosa. No sólo nos produce dolor de cabeza, sino que además en su publicidad encontramos las pastillas que nos aliviarán" (Ruth Elisabeth; Lowell -Bette Davis- 1908-1989 actriz estadounidense)

Ser torpe tiene sus ventajas; en condiciones extremas se tienen más posibilidades de sobrevivir que si se es listo según un estudio publicado en los "Proceedings of the Royal Society of London".

En el informe queda demostrado que los individuos más rápidos de aprendizaje son siempre los más lentos para conseguir comida cuando existe una escasez de alimentos.

De momento es una teoría probada únicamente en la mosca del vinagre, pero todos conocemos el nosecuantosporcientomuyelevado de material genético que compartimos con las simpáticas moscas.

Alguna noticia buena tenía que tener para alegrar el viernes. Por fin esas pequeñas costumbres -tan mías- que hacen que casi todos los que me conozcan me acaben considerando (más bien eufemísticamente) un "poco torpe", como la de bailar desnudo delante del perro, hacer palomitas de maíz sin ponerle una tapadera a la sartén, intentar calcular en números romanos el 0,008% que me corresponde por la subida de sueldo este año o pasar el rato intentándome hacer una trenza con los pelos de la nariz, tienen su recompensa.

Me tranquiliza saber que en condiciones extremas podré sobrevivir sin problemas mucho más que los que me rodean. Hasta el lunes.