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676. Jueves, 5 Enero, 2006

 
Capítulo Sexcentésimo septuagésimo sexto: "El hombre pasa la primera mitad de su vida estropeándose la salud, y la segunda mitad curándose". (Joseph Leonard Goldstein, 1940, médico estadounidense)

No hace falta ser ningún aventajado discípulo del Nostradamus para predecir algunas de las cosas que pasarán, irremediablemente, en el largo fin de semana que se nos echa encima.

Todos los años me pasa lo mismo: por alguna extraña razón pocas veces acierto con los regalos de "Reyes"

Con los adultos me pasa casi siempre. Así, y salvo en el caso de que me digan cruel pero liberadoramente "vaya mierda, haz el favor de ir a cambiarlo por otra cosa", me bastará ver la cara del "obsequiado" para pasarme varios días con el sentimiento de culpa de haber metido la pata.

Y encima haberme gastado el dinero.

Con los niños es peor, si les regalo el último grito de la última videoconsola de la última generación (ésa a la que sólo le falta fregar los platos después de comer), no tardarán ni dos minutos en despanzurrarla para manejar cualquier pieza diciendo que es la "desintegradora espacial del socavador en su lucha contra los increíbles fuasssss-fuassss"; pero si le regalas la "desintegradora espacial del socavador en su lucha contra los increíbles fuasssss-fuassss" no tardarán más de medio minuto en buscar la rendija por la que meter el último grito de la última videoconsola de la última generación de King Kong.

Me estaré haciendo (más) viejo, pero me resultaba bastante más fácil antes cuando con una corbata de la mercería del barrio y una de aquellas falsas maquinitas de fotos con un payaso dentro, lo tenía todo solucionado.

Hasta el lunes.