Capítulo Quingentésimo nonagésimo tercero: "Cuando la idea de algún placer sacuda tu imaginación, simplemente haz un cálculo entre la duración del placer y la del arrepentimiento que seguramente le seguirá" (Epiceto, 50-125, filósofo romano)
Por mucha "autoestima" que derrochemos y mucho que nos queramos, el concepto que tenemos de nosotros mismos también se crea desde fuera por las opiniones y los comentarios que hacen de nosotros los demás.
Siempre, por supuesto, que las "susodichas" opiniones, tengan un mínimo sentido común... y nos importen.
Tras una mala tarde en Las Ventas, el torero Rafael Gómez "El Gallo", (1882-1960) escuchó tantos abucheos que le preguntó a un mozo:
- Oye, ¿qué decían de mí? - Maestro, hubo división de opiniones, pero de usted nadie dijo "na" malo. - Pues yo he "oío" palabras "mu" gruesas... - Cierto, pero "ná" de eso era contra "usté. Unos se referían a su "mare" y otros al "pare" de "usté", maestro, pero de "usté", nadie dijo "na".
Últimamente (y no tanto) algún saladillo humorista se dedica a amenizar estos comentarios con su original prosa. Desde luego, cada uno es muy libre de perder el tiempo como mejor le plazca, pero como decía Góngora:
"Traten otros del gobierno del mundo y sus monarquías, mientras gobiernan mis días mantequillas y pan tierno, y las mañanas de invierno naranjada y aguardiente. Y ríase la gente".
Dicho en "Román paladino": ni puñetero caso, vamos.