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  506. Jueves, 10 Marzo, 2005

 
Capítulo Quingentésimo sexto: "La Iglesia es tan buen negocio que hay una sucursal en cada barrio". (Abel F. 46 años, taxista.)

Aunque el chaval que suelta el monólogo me pone un poco nervioso, tengo que aplaudir ese anuncio de la "coca-cola", creado por dos señoritas ya treintañeras y titulado "referencias", en el que un hijo, agradecido a su madre por contarle mentiras para que se comiera las espinacas, habla de ella con verdadera pasión.

Y es que madre sólo hay una y, al menos la mayoría, harán cualquier cosa para que sus hijos lleguen a ser los "reyes del mundo".

Ejemplos hay a patadas.

Agripina "La Joven" (15-59) criada por su abuela, utilizó ya su precoz adolescencia para mantener relaciones incestuosas con su hermano Calígula, y "adúlteras" con su cuñado Lépido.

Después de estos pequeños deslices, por otra parte sin mayor importancia para la cosa maternal que nos ocupa, contrae matrimonio y tiene un hijo: Lucio Domicio Enorbarbo, conocido más tarde como "Nerón", hijo que la convirtió en una verdadera madre coraje a la que nada ni nadie se le interpondría con tal de lograr la felicidad de su "pequeñín".

Enviudó rápidamente y se volvió a casar con un rico noble, Crispo Papierco, al que envenenó a los pocos meses para poderse casar con su tío, el emperador Claudio I, quien a su vez, por cierto, había asesinado a su cuarta esposa, la ninfómana y libertina Valería Mesalina.

Agripina puso toda su destreza y habilidad en influir sobre su marido Claudio hasta conseguir que éste nombrase heredero al trono imperial a su hijo Nerón, desterrando al legítimo sucesor, Británico, lo más lejos posible.

Cuando Nerón contaba 16 años de edad, Agripina envenenó a Claudio e hizo que el niño de sus ojos, fuera proclamado emperador.

Durante algún tiempo continuo dominando los asuntos imperiales a su antojo hasta que Nerón, harto de los manejos de su madre, intentó envenenarla en tres distintas ocasiones y, finalmente harto de tanta incompetencia "tóxica", hizo que la asesinaran.

Un verdadero amor de madre, que luego el hijo le pagó como le pagó..

Cría cuervos..