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  478. Lunes, 31 Enero, 2005

 
Capítulo Cuadringentésimo septuagésimo octavo: "Si cae un niño a un pozo, una madre se tira de cabeza; si es la madre la que cae, el hijo llama a los vecinos para que la salven". (Isabel J., 68 años, viuda.)

Está científicamente demostrado que tener cerca un animal de compañía mejora y alarga la vida.

Perros contra la soledad, delfines para estimular a los niños, caballos contra la parálisis cerebral y hasta está demostrado que aquellos pacientes que contemplan un acuario lleno de peces durante una extracción dental sufren menos dolor y ansiedad.

Hasta aquí bien, lo que ya se me sale un poco de ojo (me debo de estar volviendo antiguo), es que en los famosos informes Kinsey (1948-1953) se afirme que un 3,6% de las mujeres y un 8% de los hombres confesaban (que a saber cuantos se lo callarían) haber tenido contactos sexuales con animales.

Las mujeres decían haberse limitado a permitir que su gato o perro le realizara un "cunilingus". Los hombres afirmaban que habían tenido relaciones completas con animales domésticos, terneras, vacas, ovejas o cerdas.

Con razón a tantas personas tener un animalito cerca les alegra tanto la vida.

Naa, ni caso, los lunes, que son muy malos para decir algo coherente.