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  431. Viernes, 12 Noviembre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo trigésimo primero: "Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no se atreve a cambiar el color de su vestimenta o bien no conversa con quien no conoce. (Pablo Neruda, 1904-1973)

Al cumplir su segundo año de vida el niño se vuelve más inquieto y su comportamiento empieza a resultar imprevisible. Pasa de la tranquilidad y la docilidad a las travesuras y las pataletas. Se vuelve egocéntrico y posesivo teniendo una idea muy limitada de lo que está bien y lo que está mal.

Al cumplir su segundo año de vida el niño empieza a reafirmar su personalidad mediante un comportamiento desafiante que busca la conformidad o el rechazo a sus actos. Son los "terribles dos años" en plena búsqueda de independencia y autoafirmación, esa en la que su palabra favorita es "no".

Al cumplir su segundo año de vida el niño sube y baja escaleras solo, abre puertas, se sube a los muebles, usa la cuchara y la taza de forma más o menos correcta, chuta y lanza al aire una pelota, hace torres de 5 ó 6 cubos, se refiere a sí mismo por su nombre, tiene un vocabulario limitado, de 15 ó 20 palabras, -con las que puede formar frases de hasta 3 palabras-, responde órdenes verbales, realiza en forma espontánea líneas o círculos con una tiza o una cera, y es capaz de lavarse y secarse las manos.

Al cumplir su segundo año de vida el niño disfruta, sobre todo, imitando y aprendiendo de sus verdaderos héroes: los mayores.

Al cumplir su segundo año de vida, el niño en que se ha convertido este blog, está muy orgulloso de haber llegado hasta aquí, sobre todo por la buena compañía con la que ha ido creciendo, de la que le gustaría seguir disfrutando y, sobre todo,... aprendiendo.

Todo un lujo

¡Ea! Pasad y tomaros algo.