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  424 Martes 2 Noviembre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo vigésimo cuarto: "Recuerda sobre todo que lo más importante que puedes llevar a cualquier parte no es un bolso de Gucci o unos vaqueros de corte francés; es una mente abierta." (Gall Rubin Bereny, 1942)

Gertrude Stein, (Allegheny, Pensilvania,1874-París,1946), escritora estadounidense que causó un gran impacto en la cultura del siglo XX, tanto por su personalidad como por su papel de mecenas de las artes y su propia producción literaria, siempre presentaba a Alice Toklas, el gran amor de su vida, simplemente como su ayudante.

En esta primera mitad del siglo su condición de judías no les favoreció en absoluto a la hora de decir la verdad, el judaísmo es especialmente duro con este tipo de amores. Por ello huyeron a Europa. París era en ese momento un remanso de paz para quienes estaban ansiosos de libertad.

Stein fue amiga de Anderson, de Scott Fitzgerald, de Hemingway y de los demás escritores de la generación perdida. Todos murmuraban de ellas, pero nadie les conoció ningún tipo de desliz. Fueron extremadamente fieles y se mantuvieron así durante toda la vida.

Su modelo se ajustaba al de la pareja tradicional burguesa: Gertrude cumplía el papel del varón autoritario que manejaba las riendas de la relación y Alice, el de la esposa sumisa y callada cuyo único objetivo es conseguirla felicidad de su pareja.

O, como querían ellas aparentar, Gertrude como la señora y Alice, como su sirvienta.

Stein no logró la fama que creía merecer hasta 1933, con la publicación de un libro extraordinario muy distinto a lo que había escrito hasta el momento (tanto que las malas lenguas llegan a decir que no es suyo): "Autobiografia de Alíce B. Toklas". Su éxito fue fulminante.

En este libro, vivo y divertido, en el que la voz la tiene Alice, ésta describe su vida y sus relaciones con los artistas que las rodean. En él se muestra como una mujer aguda, crítica, observadora y con un buen sentido del humor. Tan corrosivo que algunos amigos que se sintieron maltratados -como Hemingway y Bracque- les retiraron el saludo.

Pero lo que también se puede leer en este texto es que su relación era mucho más paritaria de lo que parecía, que se amaban como dos buenas amigas y que tuvieron que engañar a la sociedad en la que vivían para sobrevivir en un mundo en el que su amor estaba prohibido, incluso entre artistas liberales y revolucionarios.

A la muerte de Stein, en 1946, Toklas quedó desolada: "Había imaginado que nos iríamos juntas, soñaba con una bomba o con un naufragio, todo menos esto".
En la más negra de las ruinas, pues no tenía ningún derecho legal sobre los bienes de su compañera, sobrevivió gracias a la generosidad de los amigos, aunque a los 77 años publicó su primer escrito, un compendio de recetas que se convirtió en libro de culto.

Sus amigos fueron quienes consiguieron también que a su fallecimiento, en 1967, fuera enterrada junto a Gertrude, en el cementerio de parisino de Pére-Lachaise. Se había convertido al catolicismo porque era la única religión que le daba la certeza de poder reunirse con Gertrude en el cielo.

En el manuscrito de su famoso poema "A rose is a/ rose is a/ rose is a/ rose", Stein incluyó una última línea que decía "she is my rose" (ella es mi rosa).

¿Por qué hay quien todavía es incapaz de comprender que dos personas sólo por tener sus propios gustos, no pueden quererse hasta el final?

¿Envidia?