-   


  

  418 Viernes 22 Octubre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo decimoctavo: "Nunca te hagas ilusiones sobre una persona por el aspecto que tiene de espaldas" (Juan G., 67 años, peluquero jubilado)

Miedo, me empieza a entrar miedo con esto de la tecnología, ya no respetan ni los lugares más "sagrados" de la persona.

Al último grito en diseño e innovación en cuestión de retretes, se ha sumado la técnica más moderna, ¿el resultado?: ya están empezando a "hablar".

El primero con voz lo acaban de instalar en el centro cultural "De baile" en Ámsterdam y, mediante un complicado sistema de sensores, es capaz de realizar "sugerencias" a los usuarios según su comportamiento a la hora de hacer sus "necesidades".

Por ejemplo es capaz de abroncar con todas sus fuerzas a quien mea fuera de la taza advirtiéndole, muy seriamente, de lo guarro que queda eso, además, y en una función muy educativa, "anima" a que todos los que lo usen a lavarse las manos al acabar.

Y parece que es sólo el principio, según se vayan perfeccionando supongo que el susodicho retrete podrá dar "gritos" de apoyo a los pobres estreñidos -tipo ¡"vengaaa compañero, que tu puedes"!, por ejemplo-, cuando estén en plena faena, que siempre les confortará un poco en sus esfuerzos, o lo que puede ser más atractivo, susurrar palabras de esas que "animan", a la hora de practicar ciertos placeres solitarios.

Ya nada volverá a ser igual en esa sala de meditación, recogimiento y concentración que hasta ahora era el retrete.