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  400. Viernes, 24 Septiembre, 2004

 
Capítulo Cuadringentésimo: "No te metas en el mundo de las drogas, ya somos muchos y hay muy poca" (Arturo M., 23 años, yesero titulado y especialista en lechadas)

Metidos en el otoño, a dos pasos del invierno y con los anuncios del turrón pisándonos los talones, voy yo y me acuerdo de la primavera.

Lógica asociación de ideas por la que uno une esa estación, tan primaveral ella, la más primaveral de todas diría yo, con el amor y, sobre todo, con la pasión.

Y todo eso por leer, (debería de leer menos y dedicarme más a la televisión), que la mayoría de las veces los ruidos producidos por las carcomas en la madera no son lo que pensamos que son.

Esto, que parece completamente incongruente, no lo es.

Conclusión: la mayoría de las veces los ruidos de las carcomas, esos bichitos tan simpáticos destroza-muebles, son producidos no porque estén royendo madera, sino como consecuencia del método que emplean los "carcomos" para llamar la atención de las "carcomas" y que no es otra que golpearse de forma repetida, su frente, la del "carcomo", en el suelo.

Auténticos chichones de pasión..

¡Pero qué bonito es el amor aunque no sea en primavera!

Hasta el lunes, que será, como cada 27 de septiembre, mi cumpleaños... otra vez.

!Coño, como pasa el tiempo!