-   


  

  392. Martes, 14 Septiembre, 2004

 
Capítulo Tricentésimo nonagésimo segundo: ¿Ya que la mayoría de la gente trabaja para comer, los que están a dieta no deberían de trabajar menos?

Unos señores muy "principales", de esos que llevan toda su vida estudiando cosas importantes en la Universidad de Manchester, acaban de demostar en uno de esos estudios, que las personas que han pasado por un infarto tienen un 50% menos de posibilidades de sufrir otro, si tienen buenos amigos.

De todos los pacientes que participaron en el estudio, los que tenían un "confidente" se sentían más motivados para seguir los tratamientos y dejar los malos hábitos.

Claro que el estudio no dice cuantos de ellos dejaron de verdad sus "vicios", la causa última del infarto, después de verle las orejas al lobo. Al fin y al cabo hay que reconocer que eso de "más vale prevenir que curar" nos suele sonar más a un programa de televisión que a un buen consejo.

Hubo una vez un médico y químico holandés, con un impronunciable nombre holandés, salvo para los holandeses, Hermann Boerhaave, que legó al morir un libro sellado con el sugerente título de " Los secretos más exclusivos y más profundos del Arte Médico".

El libro, sellado aun, fue vendido en pública subasta por el precio de 20.000 dólares de oro, una fortuna para la época, -alrededor del 1700-.

Cuando el nuevo propietario rompió el sello y abrió sus páginas, se encontró con el libro totalmente en blanco, salvo la página del título en la que se podía leer una nota al pie manuscrita por el autor y que decía:
"Conserve la cabeza fresca, los pies calientes, y hará empobrecer al mejor médico del mundo".

¡Anda y que no lleva razón!