Capítulo Tricentésimo quincuagésimo séptimo: ¿Por qué en los bancos nunca nos dan nunca muestras gratuitas de sus productos?
Uno presenta ya una edad, y sobre todo un trabajo, donde la capacidad de sorpresa tiene el listón muy alto.
Lo que no quiere decir que, de vez en cuando y sin avisar, las casualidades hagan que se tenga que subir un poco más.
Dos personas, dos vecinos de escalera, llegan a la vez. A primera vista completamente normales, mientras están en silencio nada hace imaginar que puedan ser enfermos, sin embargo uno padece
alexetimia y el otro
Sindrome de Tourette.
Dos extrañas enfermedades completamente opuestas, para dos personas aparentemente iguales.
El que padece
alexitimia tienen una completa incapacidad para expresar su afectividad mediante palabras o gestos, es un trastorno afectivo y de la comunicación. El del
Tourette, en cambio, sufre tics compulsivos que pueden ir desde simples movimientos faciales hasta una incapacidad total para controlar los sonidos y las vocales que emite.
El alexetímico es incapaz de decir alguna palabra afectiva, su vecino, en cambio, en cuanto abre la boca puede decir tacos sin control a quien tenga enfrente y en cualquier situación. No puede dominar su lenguaje.
Decididamente el mundo está muy mal repartido incluso dentro del mismo portal. Uno que no llega y el otro que se pasa, dos extremos con un mismo resultado.
Sin llegar a poder ser catalogados de "enfermos", el mundo está lleno de "alextimicos" y "tourettes".