Capítulo Tricentésimo quincuagésimo sexto: ¿Por qué nadie cierra el tapón del gel después de usarlo?
Toda la semana sin hablar de sexo en el blog, (y digo sólo sin "hablar" y sólo en el "blog") que uno, aburrido, se pone a leer hasta los "
prospectos" que las cosas de comer envasadas traen en un lateral.
Hay que tener cuidado o el susto puede ser de antología.
Resulta que empiezas, -y no acabas-, a leer un montón de números que más parecen matriculas de coches que cosas masticables: E-210, E-280, E-231, E-1105.. hasta que te entran ganas de salir corriendo entre tanto conservante, colorante, antioxidante, edulcorante, emulsionante o extraños potenciadores de sabor.
Y es que nos meten el miedo en el cuerpo sin necesidad, se empeñan en cambiar de nombres a las cosas y luego pasa lo que pasa, resulta que algo que suena tan "
futurista" como
"conservante E-260", es simplemente el vinagre, ácido acético sin más ni más, vinagre que se lleva llamando vinagre desde hace más de 5.000 años, pues ahora van y le ponen E-260.. ya son ganas.
Otro, dice:
"contiene E-925", picado por la curiosidad uno busca y encuentra que el "
E-925" a dosis muy concentradas es un gas letal y una de las primeras armas químicas que se usaron en la primera guerra mundial..¿y como es que esta harina lleva eso?
Pues ya ves tu, resulta que el E-925 no es ni más ni menos que el cloro, eso que le ponen al agua, que no la conservará pero la deja tan limpita, (especialmente en "
esos" sitios dónde la gente se empeña en dejar sus "
necesidades fisiológicas") y que, además, se usa para tratar algunas harinas.. tanto
"armar" con el E-925 y resulta que lo bebemos todos los días.
A partir de ahora más hablar -y lo que sea- de sexo y nada de leer a las horas de la comida, mucho menos estresante.
Hasta el lunes.