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315. Jueves, 22 Abril 2004



Capítulo Tricentésimo decimoquinto: ¿Y a que se dedicaría Dios antes de crear el mundo?



Supongo que todos, o casi, tenemos claro que la mezcla de culturas y tradiciones, por muy distintas que estas sean a la nuestra, nos son sino una manera de enriquecernos, por lo menos espiritualmente, a todos.



Pues ya que estamos en una época de cambios, me gustaría a mí aportar algunas ideas de esas que está comprobado que funcionan perfectamente por el extranjero, y que, teniendo en cuenta que únicamente reportan ventajas, sólo se entiende que no estén implantadas entre nosotros por un simple desconocimiento de las mismas.



Los "kipsigis" son una de las muchas tribus que viven en Kenia, ellos son polígamos, esto, así en principio y como es fácil de comprender, puede aportar ventajas pero también inconvenientes, con lo cual podría estudiarse su implantación pero con reservas.



Sin embargo, "su" poligamia roza la perfección, ya que alli lo de vivir juntos, no es algo que esté precisamente bien visto. En ningún momento nadie de la "familia" molesta a los demás "cónyuges" ya que se sigue a rajatabla el refrán de "cada uno en su casa y dios en la de todos"



Así, cada esposa tiene su propio hogar y el esposo la suya, dedicandose el hombre de "las casas" a dividir, de una manera rigurosamente equitativa, la distribución del tiempo que a cada una le corresponda pasar con "su" amadísimo marido.



¿A que estarán esperando para importar este tipo de tradiciones? ¡Enriquezcámonos con las culturas del mundo, pero ya!