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297. Martes, 16 Marzo 2004



Capítulo Ducentésimo nonagésimo séptimo: ¿Dónde está la grasa desde que uno se la come en la hamburguesa hasta que se pone en el "michelín"?



Ser reconocido y estimado es una necesidad básica de cualquier persona, y las necesidades tienen que ser satisfechas para que podamos alcanzar un cierto bienestar.



Bueno pues tengo una necesidad básica que está centrando ahora mismo todas mis prioridades: quiero tener una tarjeta "Centurión" de American Express, la tarjeta negra.



Resulta que para que te la den hay que cumplir unas ciertas condiciones que, aunque creo que por poco, yo no cumplo, Eso sí, inasequible al desaliento, espero alcanzarlas dentro de nada.



La primera es poseer una tarjeta de socio "platinum", una tarjeta que solo te dan si ganas más de 150.000 euros al año. Vale, es un problema teniendo en cuenta que con mi sueldo de ahora, eso no lo ganaré en toda mi vida, pero quien sabe, cualquier día me aumentan el sueldo y primera condición cumplida.



La segunda condición es incluso más fácil de cumplir que la primera, la susodicha tarjeta se la dan al 1% de los que más gasten con la "platinum". Teniendo en cuenta que llegados a este punto ya tengo un sueldo de 150.000 euros al año, o más, ¿a quien le importa gastar?



De todas las formas hay un pequeño problema que me preocupa bastante y que al final hará que, en cuanto me la concedan, algo que sin duda es cuestión de tiempo, la devuelva, resulta que tiene unos gastos de mantenimiento de más de mil euros anuales, y claro, una cosa es satisfacer necesidades básicas y otras es que se intenten aprovechar descaradamente de uno.



Y es que ya no se puede ser millonario. Desde luego que vida más dura me espera, me dan ganas hasta de seguir siendo pobre, aun así. me sacrificaría y pagaría, que me da a mí que eso de ganar más de 150.000 euros al año tiene que tener ciertas ventajas .



¿Verdad?