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285. Viernes, 27 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo octogésimo quinto: ¿Por qué por cada papel que uno encuentra buscando en el montón de la mesa acaban "despareciendo" otros dos?
Si, lo reconozco, yo fui uno de esos a los que se les pasó por la cabeza apuntarse a clases de arcilla, justo después de ver la escena de Ghost, aquella "tannnn-románnntica" en la que sonaba Unchained Melody.
En casos como ese, dónde el vago más recalcitrante, osease yo, tiene ese tipo de impulsos, es cuando me doy cuenta de lo influenciables que somos, estamos en la sociedad de la imagen y nos meten las cosas por los ojos, así luego pasa lo que pasa.
Resulta que según la encuesta de una marca de preservativos (estas cosas siempre las hacen las marcas de preservativos) la profesión con más "sex appeal" es la de bombero.
Esto al menos es lo que opinan la mayoría de mujeres encuestadas (el 21%) y, además, también es la preferida por las personas homosexuales y bisexuales.
¡Como tontos, no te digo!
En cambio, y según la misma encuesta, las personas hetero y lesbianas prefieren a las modelos (un 20%), a las masajistas y a las secretarias.
Lo curioso es que hay dos profesiones que son consideradas por una gran mayoría como las menos "sexys", algo en lo que coinciden al margen de cualquier preferencia sexual, que es universal, vamos: los abogados y los maestros.
¿Alguien está pensando en cambiar de empleo?
284. Jueves, 26 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo octogésimo cuarto: ¿Por qué a uno siempre le pica justo después de haberse cortado las uñas?
Estaba yo pensando que celebrar "No-San Valentín" es mucho mejor que celebrar un "San Valentín", la diferencia salta a la vista, mientras el "día de los enamorados" es solo un día, el "No-San Valentín" se celebra 364 días al año y si es como este, bisiesto, pues 365.
Digo yo que haciendo eso todo serían ventajas en una relación de pareja, salvo una: sería demasiado caro tener que hacer un regalo de "No-San Valentín" todos los días que fuera "No-San Valentín", la ruina.
Pues he solucionado ese pequeño problema con la imaginación, va una propuesta que he leído no se dónde: una libreta con cupones.
Así, como suena, más barato imposible, se trata regalar una cartilla con unos cuantos cuponcitos de esos de quita y pon, que tu pareja puede canjear cuando le parezca con cosas que sabes que le gustan, pero que uno no suele hacer habitualmente.
La lista puede ser interminable, desde aquella idea de escribir el nombre con la lengua en la espalda hasta meter los calcetines en el congelador y pasarlos por el cuello, despacio, cuando estén muy "fresquitos", desde una cena a la luz de las velas hasta acabar la noche "encajando" un donuts y no dejar ni las migas.
No vale hacer trampa, los cupones deben de poder ser canjeados siempre sin poner excusas cuando te pidan cumplir lo acordado.
Las posibilidades pueden ser infinitas, como tengo que llegar a 365, se admiten todo tipo de "iniciativas" en los comentarios. Gracias.
283. Miércoles, 25 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo octogésimo tercero: ¿Por qué siempre que se necesita parar para alguna cosa es precisamente cuando todos los semáforos se ponen en verde?
Después de leer esta noticia según la cual uno puede a su antojo poner el semáforo en verde cuando le de la real gana, y encima hacerlo legalmente, me empiezo a creer más esos rumores que corren por ahí de que también existen unos cacharritos que apretando el botón de inicio, y también por unas ondas de esas, son capaces de causar, a quien tu quieras, un impresionante dolor de cabeza.
El método es ideal para acabar con reuniones, jefes inoportunos o visitas de esas tan pesadas que no sabes como quitarte de encima, simplemente te metes la mano en el bolsillo, le das al botón y ¡ale!, saldrán huyendo hacía las cajas de aspirinas y lo mejor de todo, tu como si no supieras nada.
La cosa no deja de ser una evolución natural de los trucos que ya existían para estos casos, la ciencia que va adelantando.
Antes, con el evacuol, por ejemplo, "indisponer" a alguien había que planearlo desde, por lo menos, el día antes, para que aquello hiciera el efecto a la hora indicada, con los problemas que eso podía ocasionar si cambiaban los planes, y eso sin contar con lo difícil que se hacía calcular la dosis exacta para obtener la diarrea deseada.
Está claro, son cosas de la tecnología y la vida moderna que no nos trae más que comodidades.
282. Martes, 24 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo octogésimo segundo: ¿Por qué Pedro Picapiedra cuando corre pasa siempre por delante de la misma casa?
El cowboy Buddy encuentra un día en la habitación de su recreo a un viejo juguete, quien le cuenta cómo el "amo" se cansó de él y lo arrinconó.
En el día del mercadillo en que el viejo pingüino inservible va a ser vendido, Buddy, en un intento por rescatarlo, cae en las manos de un coleccionista de juguetes.
Este personaje siniestro se lleva a Buddy a su casa y su intención es venderlo a coleccionistas de Japón. En la casa de este personaje Buddy encontrará viejos conocidos que le hablarán de su famoso pasado y le abrirán los ojos a su complicado presente, con un dueño que crece y que cada vez juega menos con él.
Además están sus amigos, Papa Patata, el Dinosaurio, el Perro Salchicha, Buzz Light-Gear y varios más en su intento por rescatar a Buddy, que salen de habitación y se enfrentan al mundo real. Con todos sus peligros y emociones.
Ventajas de tener un sobrino de tres años, una disculpa más que otra cosa para un lunes por la tarde, poner Toy Story y pasar casi hora y media con la adrenalina disparada, viendo como rescatan al pobre Buddy .
Aunque para escenas memorables ese final de Shrek donde, casados Shrek y Fiona, todos los habitantes de los cuentos asisten a la celebración en la cienaga del ogro a ritmo de I´m A Believer, la versión de Neil Diamond en boca de Smash Mouth, y acaban con el karaoke de Like A Virgin, Robin Hood y sus machotes entonando el YMCA y todos acompañando al burro rebuznado Dance The Music.
¿Pero a quien se le ocurrió la estúpida idea de que teníamos que crecer a la fuerza?
281. Lunes, 23 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo octogésimo primero: ¿Por qué tenemos ojos de gallo en los pies y patas de gallo en los ojos? ¿No debería de ser al revés?¿Qué peculiaridad tiene los gallos para fastidiarnos de esta manera?
Es lo que tienen las malas compañía en los procesos de curación, pueden arruinar en un segundo, meses y meses de tratamiento, que ya lo dice cualquier experto: para curarse de verdad lo primero que hay que hacer es romper con el ambiente que a uno le rodea, una de las causas fundamentales de la enfermedad. ¡Que razón tienen!
Y yo sin hacer caso, y luego me pasa lo que me pasa, que ayer, sin avisar ni nada, un idiota integral por poco acaba con mi primera semana de tratamiento anitimisogía en un momento y tira por la borda todo el sacrificio que me esta costando mi curación.
¡Pues no va el tio y así, a pelo, me cuenta un chiste de mujeres!.. es poco menos que regalarle una botella de ginebra a un alcohólico anónimo.
Una mujer va conduciendo su coche en una carretera. Un hombre va por la misma carretera, pero en sentido opuesto. Cuando se cruzan el hombre baja el cristal de la ventanilla y grita:
- ¡¡¡VAAAAAACA!!!
La mujer baja el cristal de su ventanilla y responde:
- ¡¡¡CAAABROOOOOOÓN!!!
Cada uno sigue su camino, pero la mujer, que va muy enfadada, al doblar la primera curva choca con una gigantesca vaca acostada en el medio de la carretera.
Menos mal que mi reacción fue la que se esperaba, salí corriendo a por el kit de emergencia para poder seguir fielmente el protocolo que hay que llevar a cabo cuando semejante y extrema urgencia de máximo riesgo se presenta.
La solución tenía nombre de reptil.
Muchas serpientes venenosas realizan paradas nupciales durante un periodo de tiempo larguísimo. Lo hacen para ganar confianza y para dejarse abrazar estrechamente. El objetivo de estos intensos abrazos es que la hembra consiga, literalmente, expulsar el pene del macho al exterior y así pueda darse la cópula.
Es, sin duda, una especie de violación por parte de ellas.
Visto lo visto puedo decir, muy orgulloso de mi mismo, que todo se ha quedado en un pequeño susto, arreglado gracias a comprender como las hembras, las de serpiente también, son siempre las que llevan la voz cantante.
280. Viernes, 20 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo octogésimo: ¿Por qué la diferencia entre ser un pijo o un macarra sólo es el tamaño del tatuaje?
Tengo una duda, de esas existenciales, que jamás he podido resolver por más que he preguntado a todo tipo de expertos: ¿los huevos fritos hay que freírlos con el aceite muy caliente o con el aceite poco caliente?
Por puro aburrimiento ya me he dado por vencido, lo peor no es que cada uno te diga una cosa distinta sino que a la menor ocasión que te descuides, te sueltan toda una retahíla de "consejos" , que no solo no te aclararán la cuestión principal, sino que acaban liándote mucho más.
La cuestión puede parecer tonta pero nada más lejos, saber freír un huevo es algo más que cocinar, es todo un símbolo de independencia, de que empiezas a vivir la vida por ti mismo, un distintivo de que ya eres persona., de que ya sabes freír un par de huevos como dios manda.
De ahí mi preocupación por el tema, por eso lo de la duda existencial que me ocupa y me preocupa y que por más que investigo no soy capaz de resolver. Necesito saberlo: ¿los huevos fritos hay que freírlos con el aceite muy caliente o con el aceite poco caliente?
Digo, que luego me llegarán correos diciéndome que no me mojo con nada, que como puedo hablar de algo tan estúpido con la cantidad de problemas que existen por el mundo mundial, que use esta página con casi mil visitas diarias para decir cosas importantes.. pero comprenderlo, es viernes, tengo sueño y las dudas se me acumulan martilleándome los sentidos: ¿los huevos fritos hay que freírlos con el aceite muy caliente o con el aceite poco caliente?
279. Jueves, 19 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo noveno: ¿Por qué las cajas "negras" de los aviones son de color naranja?
Dosis de recuerdo de la vacuna antimisoginia del lunes, más fuerte, más dura, un paso más en el escalafón animal.
También es la hembra la que elige, la que dirige, la que controla, la que siente la llamada del amor (¡anda y que no queda poética la frase!) con un abdomen que aumenta de volumen, mientras los machos se hacen más suaves y más cautos y, guiándose por su olfato, se acercan en grupos de 20 o 30 muy despacio y procurando llamar lo menos posible la atención de ella.
La danza se detiene, eso significa que la hembra ha elegido a uno de ellos, siempre es la hembra la que elige a uno entre varios, los demás desaparecen mientras el aceptado despliega las alas y se aferra al dorso de su compañera.
Cuatro veces mayor que él, la hembra no demuestra ningún interés, el macho se suelta y se aferra varias veces en un cortejo que puede durar más de seis horas, no es tiempo perdido, durante ese ritual en el que los amantes se separan y se unen varias veces, el macho fabrica y llena el saco espermiótico que lleva en su abdomen.
Cuando la hembra percibe que el saco está lleno se gira bruscamente, atenaza al macho que se encuentra aferrado a su espalda, lo agarra por la nuca y empieza a devorarlo por la cabeza.
Es entonces cuando el saco seminal se desprende del abdomen del macho y se pega al de la hembra en un intercambio donde es imprescindible que ella devore la cabeza de su compañero, ya que es precisamente el cerebro, el que hace que el saco permanezca adherido al cuerpo.
Es el cortejo reproductivo de las mantis religiosas, dónde ellas eligen el macho que les pone más agresivas, un mínimo punto de piedad por parte de la hembra impediría que la cópula se llevara a cabo, un atisbo de compasión y sería el fin de la especie.
278. Miércoles, 18 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo octavo: ¿Por qué cada vez que se cae el bolígrafo al suelo siempre va al rincón más inaccesible?
En ciertas facetas de mi vida soy un tipo de lo más considerado. En mi búsqueda del equilibrio suelo cada día calcular mis fuerzas y ver que retos puedo asumir y cuales no, única manera de estar seguro de que solo voy a acometer las tareas que pueda asumir, sin sucumbir al peso que supondría tener demasiadas obligaciones.
Por eso, y por mí muy noble afán de que los demás también deben de tener sus quince minutos de gloria, creo que dejar que otros trabajen por ti, incluso permitir que hagan el trabajo de uno mismo, no deja de ser una acto de bondad suprema que intento llevar a cabo en cuanto se me presenta la más mínima ocasión. Como debe de ser.
Nunca hay que exponerse a riesgos innecesarios por abusar de esos pequeños caprichos que tanto nos gustan, y más sabiendo que hay gente deseando tenderte una mano para que puedas descubrir, que ellos también merecen la pena.
No voy a ser yo quien le quite la ilusión de abrirse, por eso, y, aunque esté feo que yo lo diga, en un gesto de caridad que me horra, me he acercado al nuevo que empezaba a trabajar hoy y le he dado todos mis informes pendientes para que me los haga.
No me importa renunciar al trabajo cuando la causa merece la pena, yo soy así, bueno, noble, sacrificado por los demás, desprendido por naturaleza..
277. Martes, 17 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo séptimo: ¿Por qué siempre que uno está en una cola para pagar y abren otra caja llegan antes los que están detrás?
Sé que, al menos en ese tema, no soy muy ecológico que digamos, pero no está de más darse algún capricho de vez en cuando: me gusta que el suavizante sea de color azul.
Me podía fijar en el envase, en la forma de su asa, en la botella transparente, en el tapón dosificador, en el sistema antigoteo, en su perfume, en la etiqueta.. pues no, todo eso es secundario, me gusta que sea azul.
Es de esas cosas dónde uno nunca se ha planteado que pueda o no haber una razón para hacerlas, sino más bien que si no las haces ya nada, nunca, será igual, y que no me imagino yo poniéndole a la lavadora suavizante color melocotón, por poner un ejemplo.
Pero vamos, eso de tener rituales y creer que si uno no los cumple las cosas pueden ponerse muy, pero que muy complicadas no es algo que me pase solo a mi, y sino que se lo digan a aquellos guerreros sajones que siempre, antes de empezar una batalla, preparaban unas cuantas ovejas y cabras con las que copulaban y a las que luego mataban y devoraban, única forma, según ellos, de hacerse invulnerables.
Mirado desde ese punto de vista, mi idea sobre que solo los suavizantes de color azul dejan las toallas como dios manda, no deja de ser un juego de niños.
Lo que no sé muy bien es como empecé hablando de suavizantes y he acabado copulando con ovejas... creo que tengo que pedirme una baja ya.
De todas formas está mañana habrá pocas cosas que me quiten esa sonrisa tonta que se me ha puesto al leer esta noticia. Estas son las cosas que de verdad importan, "hechos" y no frases grandilocuentes de campañas electorales que no sirven más que para calmar la sed de protagonismo que tienen algunos.
Vamos muy, muy despacio, es verdad, pero le pese a quien le pese, seguimos adelante y empezamos a tocar el futuro, que ya va siendo hora.
276. Lunes, 16 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo sexto: ¿Por qué el Coyote nunca alcanza al Correcaminos?
Bueno, todo llega, hoy empiezo, ¡por fin!, mi terapia intensiva antimisogínia haciendo mis primeros deberes, y, como debe de ser, empiezando por el principio, por el escalafón más bajo de la escala animal, reivindicando dos especies, las lagartas y las mujeres, muy vilepindiadas por mi en algunos post anteriores.
Es verdad, no se conoce ninguna población, de ningún tipo, que sólo este compuesta por individuos machos, sí en cambio, existen grupos formados exclusivamente por individuos del sexo femenino.
Que unos no sean capaces de poder vivir sin otras, pero ellas si sean capaces de vivir sin ellos, no deja de ser sintomático.
Resulta que la población de lagartos del Cáucaso está compuesta exclusivamente por hembras. En sus huevos, en los que en ningún momento hay ningún tipo de aporte masculino, se desarrollan siempre hembras exactamente iguales a sus madres, para que luego digan que lo de la clonación es una cosa del siglo XXI.
Es lo que llaman los científicos "partenogénesis", algo muy peligroso para cualquier especie, ya que no hay ningún intercambio de información genética, con todo lo que ello puede conllevar.
Pero más curiosa es la razón por la que la evolución de estos lagartos les ha llevado a esta situación, parece ser que no es más que una respuesta radical ante las prácticas caníbales que tenían los machos con las larvas recién nacidas, lo que obligo a las hembras de la especie a prescindir completamente de ellos.
Primera dosis de la vacuna "antimisoginia" inyectada, seguiré en tratamiento. Por ahora no he obtenido ningún resultado, me da la impresión que va a ser un tratamiento largo, largo, largo..
275. Viernes, 13 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo quinto: ¿Cual es el sinónimo de "sinónimo"?
Vale, siendo mañana el día que es, tenía que hablar de San Valentín, los pájaros, el polen, el amor, los capullos..., pero eso es mañana.. que hoy es viernes y trece.
Alguna ventaja teníamos que tener aquellos que nos educamos en colegios públicos de extrarradios en provincias, no hablo solo de no tener que usar esos pantalones grises de camareros a juego con el jersey azul de pico, sino de algo más duro, más serio, aprendimos a enfrentarnos cara a cara con la muerte desde nuestra más tierna infancia.
Y es que a falta de game-boys, supernintendos o nokias 8800 superplus, nos pasábamos las tardes en un duro combate cuerpo a cuerpo con la naturaleza.
Sin duda lo más divertido era mear las madrigueras de los topos para que salieran a la superficie medio asfixiados, desde luego una salvajada visto desde el siglo XXI, pero por algún lado tenía que salir esa vena salvaje y violenta que los niños de ahora borran viendo crónicas marcianas pero que los de mi generación sublimábamos a golpe de meada comunitaria de madriguera en madriguera.
Pero como no siempre había madrigueras disponibles y además las ganas de mear de cada uno no es algo que se pueda decidir en conjunto, optábamos más por enrollar bolsas de plástico en largos palos y después de perderles fuego, dejar que gotearan gota a gota el plástico ardiendo sobre cualquier insecto que se moviera.. y si encontrabas un reguero de hormigas te había tocado la lotería.
No se me olvidará el olor a carne quemada cuando a lo tonto a lo tonto una de las gotas fue a parar al brazo del que se me había puesto detrás, el pobre acabó con una venda en el susodicho brazo por quemadura leve y además con un montón de moratones en el otro de los pellizcos que le arreó su madre por hacer el bestia.
Lo que nos pudimos reír los demás aquella tarde.
274. Jueves, 12 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo cuarto: ¿Por qué siempre que, después de medirlo, cortas lo que te sobra de un cable, este siempre se queda corto?
Decía un actor, de esos con nombre impronunciable, que cuando la gente alude a que el dinero no da la felicidad, siempre se refieren, evidentemente, al dinero de los demás.
Y es que, mal que nos pese, el dinero, por mucho que se empeñe el refrán y la Jackson, tira mucho más que dos carretas y es capaz de convertir los más extraños hábitos en una simple cuestión cultural.
Un botón de muestra. Hay un pueblo perdido por esas montañas de dios, se supone que un dios budista ya que son de por ahí, de por el Tibet, llamados los "Tre-Ba", dónde todos los hijos del mismo padre comparten una única esposa.
La explicación a esta peculiar "costumbre" no es otra que la económica, así se evitan dividir una y otra vez las tierras. Al ser todos los hijos de la misma madre, el problema de la herencia se reduce considerablemente.
Si ya lo decía el otro, el dinero solo trae problemas, por eso os animo a que me lo deis.
273. Miércoles, 11 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo tercero: ¿Por qué el paquete de galletas que piensas comerte en el camino cuando haces la compra está siempre debajo de todas las cosas?
Por mucho que se empeñen los del día -que ya parece un mes entero- de San Valentín, vivir en pareja es una de las cosas más complicadas que existen.
Establecer un equilibrio entre dos personas que conviven es algo muy delicado, especialmente por esa tendencia, normal por supuesto, de buscar el bienestar individual, algo que suele chocar miles de veces al día con el significado de la palabra "compartir".
Normalmente las cosas no suelen pasar de un sutil juego de poderes que nunca sobrepasan ese respeto que cada uno tiene hacia el otro, especialmente cuando el amor, -no el enamoramiento, sino el del día a día-, es algo que empapa la relación.
Pero no siempre es fácil definir quien tiene el poder en una pareja, puede resultar mucho más poderoso aquel que se agazapa explotando su "condición" de víctima, que alguien que se limita a levantar el tono de voz, -el hacer sentir culpable al otro cuando sabes lo que le importas es algo tremendamente eficaz-, puede ser mucho más poderoso alguien que suelta un "hoy no tengo ganas" aunque sólo sea por la capacidad que tiene en ese momento de decidir sobre los deseos del otro, aún a riesgo de que tenga que privarse del suyo propio.
Tengo un amigo que mantiene la teoría de que siempre toma las decisiones importantes aquel que habitualmente maneja el mando de la televisión. Se lo he explicado muchas veces, parte de un supuesto erróneo, el problema no es quien tenga el mando, el problema es saber que nunca uno sólo debe de tomar decisiones que afecten a ambos.
Así no se nos casará nunca.. y no será por ganas el pobre.
272. Martes, 10 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo segundo: ¿Quién busca a los buscadores de internet?
Aguantar al jefe es una necesidad por la que a uno le pagan, -poco, muy poco- , pero aguantar las tonterias continuas del gracioso de turno, -en todos los trabajos hay un gracioso de turno-, es algo que te acaba desquiciando más que ver al monstruo de las galletas comiéndose una caja de polvorones.
Cada tonto tiene su especialidad y a mi me ha tocado todo un artista en rimas, invariablemente y hables de lo que hables, acabará la frase soltándote una imbecilidad a tono con la terminación de tu última palabra, o en su defecto haciéndote una pregunta para que el pueda desplegar todo su arte : ¿quién sabe cómo se llamaban los hermanos que iban con Colón a América?. Vale, uno se pone pedante y responde lo más rápido que puede lo de "...pues los Pinzones," mientras él salta redondeando la jugada con un "..pues tócame los cojones."
El mecanismo es siempre el mismo, uno pronuncia una palabra que acaba en "ones" y él tio siempre intenta que lo repitas con la excusa de no haber entendido, cuando dices alto y claro algo como melones, jamones o balcones, ya no tienes escapatoria.
Por mucho cuidado que uno le ponga siempre acaba haciendo la gracia, que el problema no sólo está en las palabras terminadas en "ones", sino que es capaz de hacer impresionantes rimas con palabras que acaban en "ito", "ota", "ajo", "ino" y ¡como no!, su favorita, en "olla".
Aunque su especialidad son los números, es un verdadero maestro en preguntar la hora cuando sabe perfectamente que faltan cinco minutos para algo y todo un juglar en cuanto se pronuncia el número ocho.. la experiencia es lo que tiene.
Además ha desarrollado un mecanismo por el que siempre te acaba cogiendo, si ve que durante tres frases seguidas no ha podido soltar ninguna de sus estupideces, acabará hablando de algo como, por ejemplo, el "danismo" con el único motivo de que le preguntes ¿y qué es el danismo",? a lo que eufórico y con la mejor de sus sonrisas te lo aclarará: "..un huevo colgando y el otro lo mismo"
Y tú, pensando en lo que tienes que aguantar por una mísera de sueldo.
271. Lunes, 9 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo primero: ¿El antónimo de sinónimo es "antónimo" ?
Para la mayoría de personas, levantarse de buen humor por las mañanas requiere casi el mismo esfuerzo que necesitarían para aguantar completa una película sueca subtitulada.
Pero existe con una gran diferencia, mientras lo de la película sueca solo les pasa a los pobrecitos que se creen que para presumir de algo es obligatorio haberlo hecho, lo de levantarse cada mañana nos toca hacerlo a todos y además todos los días.
Yo comprendo que exista gente a la que le guste, están en su derecho, el problema es qué nos lo imponen obligatoriamente a los demás y ahí es donde deberían de empezar nuestras protestas, de forma calmada pero contundente.
Quien quiera levantarse que se levante, de acuerdo, pero reivindicamos el mismo derecho a no hacerlo.
La libertad hay que aceptarla en todas sus consecuencias, y si los que nos quedamos en la cama por ejercer nuestro derecho, dejáramos de cumplir una misión, es el gobierno el que tiene la obligación de cubrir esas bajas, pero nunca menoscabando nuestra libertad individual.
Hay reivindicaciones que son de justicia, llegará el día que se consideren irrenunciables, mientras los comprometidos con la causa seguiremos luchando a pesar de la incomprensión general.
Y en un lunes como hoy, más, que tengo mucho sueño.
270. Viernes, 6 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo septuagésimo: ¿Por qué cuando uno compra plátanos antes de que estén maduros no queda ninguno para cuando están maduros, pero si los compra maduros, se pudren antes de que nadie se los coma?
Sé que voy a hacer feliz a más de uno con esta afirmación pero la idea de que la grasa en la dieta causa obesidad, algo que hasta ahora era para los médicos como el padrenuestro para los católicos, no es del todo verdad.
!Ehh!... ¡Un momento! No salgáis corriendo a la nevera todavía, que la cosa tiene sus matizaciones.
Todo comenzó en la guerra de Corea por esa curiosa manía de los forenses de hurgar en las arterias de los muertos, ellos comprobaron que los soldados americanos las tenían medio tupidas mientras que los japoneses las tenían completamente despejadas.
Sacaron la conclusión de que las grasas de la dieta eran las causantes de aquel desastre arterial y empezaron a recomendar más hidratos de carbono y menos grasas y proteínas.
Se cargaron en un informe lo que se llevaba haciendo desde hacía siglos cuando alguien quería adelgazar: comerse la carne y dejar las patatas. A partir de entonces a comer más hidratos de carbono, a comer más patatas.
La experiencia no les ha dado precisamente la razón en estos años desde que se empeñaron en poner los nuevos hábitos dietéticos, mientras antes de que se aplicaran estas pautas en los EE.UU. había un 15% de gordos, hoy llegan hasta el 30%.
La grasa no es la culpable del aumento del tonelaje mundial, la dieta mediterránea rica en aceites, es una buena prueba. Desde luego el gramo de grasa va a seguir teniendo nueve calorías y el de hidratos de carbono va a seguir teniendo cuatro, pero es mucho más realista decir que, lo que de verdad engorda, son las calorías que uno consuma.
Una dieta sana no debe consistir en eliminar el consumo de grasas sino en reducir y limitar las calorías que se ingieran. Es la única forma de perder peso..
Ahora a la nevera.. y buen fin de semana.
269. Jueves, 5 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo noveno: ¿Por qué siempre de todas las cosas que se pueden hacer en un ordenador, las más inútiles son las más divertidas?
Hoy tengo un poco de prisa (¡!ay el día que "postee" sobre "esas" reuniones!!), por eso voy a poner el post más largo de mi existencia.
Así, hasta que vuelva a media mañana, os entreteneis buscando vuestras manías, seguro que cada uno tiene una media de cinco.. ea.
A buscar y a presumir de ser raro, raro, raro. Y que conste que todas existen y están descritas médicamente.
Acarofobia - Miedo a las picaduras o a los insectos que pican
Acerofobia - Miedo a las cosas ácidas
Acluofobia - Miedo a la oscuridad
Acustifobia - Miedo al ruido
Acrofobia - Miedo a las alturas
Aerofobia - Miedo a las corrientes de aire
Aeronausifobia - Miedo a los resfriados
Agliofobia - Miedo al dolor
Agorafobia - Miedo a los espacios abiertos o a estar entre una multitud, lugares públicos como mercados
Agrafobia - Miedo a las agresiones sexuales
Agrizoofobia - Miedo a los animales salvajes
Agirofobia - Miedo a las calles o a cruzar la calle
Aicmofobia - Miedo a las agujas o a los objetos punzantes
Ailurofobia - Miedo a los gatos
Albuminurofobia - Miedo a las dolencias del riñón
Alectorofobia - Miedo a los pollos
Algofobia - Miedo al dolor
Aliumfobia - Miedo al ajo
Alodoxafobia - Miedo a las opiniones
Altofobia - Miedo a las alturas
Amatofobia - Miedo al polvo
Amaxofobia - Miedo a conducir en coche
Ambulofobia - Miedo a andar
Amnesifobia - Miedo a quedarse amnésico
Amicofobia - Miedo a los arañazos
Anablefobia - Miedo a las investigaciones
Ancrafobia o Anemofobia - Miedo al viento
Androfobia - Miedo a los hombres
Anemofobia - Miedo al viento o a las corrientes de aire
Anginofobia - Miedo a contraer anginas
Anglofobia - Miedo a lo relacionado con Inglaterra
Angrofobia - Miedo a la antipatía
Anquilofobia - Miedo a ser escayolado
Antrofobia o Antofobia - Miedo a las flores
Antropofobia - Miedo a la gente o a la sociedad
Antlofobia - Miedo a las inundaciones
Anuptafobia - Miedo a quedarse solo
Apeirofobia - Miedo al infinito
Afenfosfobia - Miedo a ser tocado (Hafefobia)
Apifobia - Miedo a las avispas o a las abejas
Apotenmofobia - Miedo a las personas con amputaciones
Araquibutirofobia - Miedo a que se incrusten las cáscaras de los cacahuetes en el paladar
Aracnofobia o Aracnefobia - Miedo a las arañas
Aritmofobia - Miedo a los números
Arrhenfobia - Miedo a los hombres
Arsonfobia - Miedo al fuego
Atenofobia - Miedo a desmayarse o a debilitarse
Astrafobia o Astrapofobia - Miedo a las tormentas y a la luz
Astrofobia - Miedo a las estrellas y al espacio celestial
Asimetrifobia - Miedo a las cosas asimétricas
Ataxiofobia - Miedo a la ataxis (descoordinación muscular)
Ataxofobia - Miedo al desorden o a la suciedad
Atelofobia - Miedo a la imperfección
Atefobia - Miedo a las ruinas
Atazagorafobia - Miedo a ser olvidado o ignorado o a olvidar
Atomosofobia - Miedo a las explosiones atómicas
Atiquifobia - Miedo a cometer fallos
Aulofobia - Miedo a las flautas
Aurofobia - Miedo al oro
Aurorafobia - Miedo a las Auroras Boreales
Autodisomofobia - Miedo a alguien que huele mal
Automatonofobia - Miedo a la criaturas animadas, estatuas de cera, cosas que representan falsamente a un ser vivo
Automisofobia - Miedo a estar sucio, a mancharse
Autofobia - Miedo a sí mismo o a estar solo
Aviofobia o Aviatofobia - Miedo a volar
Bacilofobia - Miedo a los microbios
Bacteriofobia - Miedo a las bacterias
Balistofobia - Miedo a los misiles o a las balas
Bolsefobia - Miedo a los bolcheviques
Barofobia - Miedo a la gravedad
Basofobia o Basifobia - Miedo a andar o a caer
Batofobia - Miedo a la profundidad
Batonofobia - Miedo a las plantas
Batracofobia - Miedo a los anfibios, como ranas, salamandras, etc.
Belonefobia - Miedo a las agujas y alfileres (Aicnofobia)
Bibliofobia - Miedo a los libros
Blenofobia - Miedo a la viscosidad
Bogifobia - Miedo a los duendes
Bromidrosifobia o Bromidrofobia - Miedo a oler mal
Brontofobia - Miedo a las tormentas y a la luz
Bufonofobia - Miedo a los sapos
Cacofobia - Miedo a la fealdad
Cainofobia o Cainotofobia - Miedo a la novedad
Caliguinefobia - Miedo a las mujeres guapas
Cancerofobia - Miedo al cáncer
Carcinfobia - Miedo al cáncer
Cardiofobia - Miedo a los corazones
Carnofobia - Miedo a la carne
Catagelofobia - Miedo a hacer el ridículo
Catapedafobia - Miedo a saltar tanto de lugares altos como bajos
Catisofobia - Miedo a sentarse
Catoptrofobia - Miedo a los espejos
Caetofobia - Miedo al pelo y a los seres peludos
Chamainofobia - Miedo a Halloween
Colerofobia - Miedo a enfadarse o a encolerizarse
Corofobia - Miedo a bailar
Crometofobia o Crematofobia - Miedo al dinero
Cromofobia o Cromatofobia - Miedo a los colores
Cronofobia - Miedo al paso del tiempo
Cronomentrofobia - Miedo a los relojes
Claustrofobia - Miedo a los espacios cerrados
Cleitrofobia o Cleisiofobia - Miedo a quedarse encerrado en un lugar
Cleptofobia - Miedo a ser robado o a robar
Climacofobia - Miedo a las escaleras, a subirlas o a caer por ellas
Clinofobia - Miedo a ir a la cama
Clitrofobia o Cleinofobia - Miedo a ser encerrado
Cnidofobia - Miedo a las cadenas
Cometofobia - Miedo a los cementerios
Coitofobia - Miedo al sexo
Contreltofobia - Miedo al abuso sexual
Coprastasofobia - Miedo a constiparse
Courofobia - Miedo a los payasos
Counterfobia - Preferencia por una fobia ante situaciones espantosas
Cremnofobia - Miedo a los precipicios
Criofobia - Miedo al frío extremo, hielo o escarcha
Cristalofobia - Miedo a los cristales y a las gafas
Ciberfobia - Miedo a los ordenadores o a trabajar con ordenadores
Ciclofobia - Miedo a andar en bicicleta
Cimofobia - Miedo a las ondas o a las olas
Cinofobia - Miedo a los perros
Cipridofobia, Ciprifobia, Ciprianofobia o Ciprinofobia - Miedo a las prostitutas o a las enfermedades venéreas
Cainolofobia - Miedo a la novedad
Cainofobia - Miedo a fallar o a ser vencido
Catagelofobia - Miedo al ridículo
Catisolofobia - Miedo a sentarse
Coinonifobia - Miedo a las habitaciones
Colpofobia - Miedo a los genitales, particularmente los femeninos
Copofobia - Miedo a fatigarse
Coniofobia - Miedo al polvo (Amatofobia)
Cosmicofobia - Miedo a los fenómenos cósmicos
Decidofobia - Miedo a las decisiones
Defecaloesiofobia - Miedo al dolor de tripas
Deipnofobia - Miedo a las cenas y a las conversaciones en las cenas
Dementofobia - Miedo a volverse loco
Demonofobia o Daemonofobia - Miedo a los demonios
Demofobia - Miedo a las multitudes (Agorafobia)
Dendrofobia - Miedo a los árboles
Dentofobia - Miedo a los dentistas
Dermatofobia - Miedo a las lesiones de la piel
Dermatosiofobia o Dermatofobia o Dermatopatofobia - Miedo a las enfermedades de la piel
Dextrofobia - Miedo a los objetos de la parte derecha del cuerpo
Diabetofobia - Miedo a la diabetes
Didascaleinofobia - Miedo a ir a la escuela
Diquefobia - Miedo a la justicia
Dinofobia - Miedo al vértigo o a los remolinos de agua
Diplofobia - Miedo a la doble visión
Dipsofobia - Miedo a la bebida y a beber
Deshabiliofobia - Miedo a desnudarse ante alguien
Domatofobia o Oicofobia - Miedo a las casas o a estar en una casa
Dorafobia - Miedo a la piel o pieles de animales
Dromofobia - Miedo a cruzar la calle
Disorfofobia - Miedo a la deformidad
Distiquifobia - Miedo a los accidentes
Eclesiofobia - Miedo a las iglesias
Ecofobia - Miedo al hogar
Eicofobia o Oicofobia - Miedo a los alrededores del hogar
Eisoptofobia - Miedo a los espejos o a verse reflejado en uno
Electrofobia - Miedo a la electricidad
Elenterofobia - Miedo a la libertad
Elurofobia - Miedo a los gatos (Ailurofobia)
Emetofobia - Miedo a los vómitos
Enetofobia - Miedo a las multitudes
Enosiofobia o Enisofobia - Miedo a cometer un pecado capital o a ser criticado
Entomofobia - Miedo a los insectos
Eosofobia - Miedo al amanecer o a la luz del día
Epistaxiofobia - Miedo a sangre la nariz
Epistemofobia - Miedo al conocimiento
Equinofobia - Miedo a los caballos
Eremofobia - Miedo a ser uno mismo o a la soledad
Ereutrofobia - Miedo a ruborizarse
Ergasiofobia - 1) Miedo al trabajo o al funcionamiento 2) Miedo a ser operado por un cirujano
Ergofobia - Miedo al trabajo
Erotofobia - Miedo al amor sexual o a las preguntas de sexo
Eufobia - Miedo a las buenas noticias
Eurotofobia - Miedo a los genitales femeninos
Eritrofobia, Eritofobia o Ereutofobia - 1) Miedo a la luz roja 2) Miedo a ruborizarse 3) Miedo al color rojo
Escabiofobia - Miedo a las postillas
Escatofobia - Miedo al material fecal
Esquelerofobia - Miedo a los hombres malos, a los ladrones
Esquiofobia o Esquiafobia - Miedo a las sombras
Escolequifobia - Miedo a los gusanos
Escolionofobia - Miedo a la escuela
Escopofobia o Escoptofobia - Miedo a ser visto o a ser el centro de atención
Escotomafobia - Miedo a la ceguera
Escotofobia - Miedo a la oscuridad (Acluofobia)
Escriptofobia - Miedo a escribir en público
Espectrofobia - Miedo a los espectros o a los fantasmas
Espermatofobia o Espermofobia - Miedo a los gérmenes
Especsofobia - Miedo a las avispas
Estasibasifobia o Estasifobia - Miedo a estar de pies o a andar (Ambulofobia)
Estaurofobia - Miedo a las cruces o a los crucifijos
Estenofobia - Miedo a las cosas o lugares estrechos
Estigiofobia - Miedo al Infierno
Fagofobia - Miedo a tragar o a comer o a ser comido
Falacrofobia - Miedo a quedarse calvo
Falofobia - Miedo a tener una erección
Farmacofobia - Miedo a tomar medicinas
Fasmofobia - Miedo a los fantasmas
Fengofobia - Miedo a la luz del día o al brillo del sol
Filemafobia o Filematofobia - Miedo a los besos
Filofobia - Miedo a enamorarse o a estar enamorado
Filosofobia - Miedo a la filosofía
Fobofobia - Miedo a las fobias
Fotoaugliafobia - Miedo a las luces deslumbrantes
Fotofobia - Miedo a la luz
Fonofobia - Miedo a los ruidos o voces, a la voz de uno mismo o a los teléfonos
Fronemofobia - Miedo a pensar
Febrifobia, Fibrifobia o Fibriofobia - Miedo a la fiebre
Felinofobia - Miedo a los gatos
Francofobia - Miedo a lo relacionado con Francia
Frigofobia - Miedo al frío, a las cosas frías
Galeofobia o Gatofobia - Miedo a los gatos
Galofobia o Galiofobia - Miedo a lo relacionado con Francia
Gamofobia - Miedo al matrimonio
Geliofobia - Miedo a la risa
Geniofobia - Miedo a las barbillas o a los mentones
Genofobia - Miedo al sexo
Genufobia - Miedo a las rodillas
Gefirofobia, Gefidrofobia o Gefisrrofobia - Miedo a cruzar puentes
Germanofobia - Miedo a lo relacionado con Alemania
Gerascofobia - Miedo a envejecer
Gerontofobia - Miedo a las gente vieja o a envejecer
Gemnafobia o Gemnofobia - Miedo a degustar
Glosofobia - Miedo a hablar en público o a intentar hablar
Gnosiofobia - Miedo al conocimiento
Grafofobia - Miedo a escribir a mano
Gimnofobia - Miedo a la desnudez
Ginefobia o Ginofobia - Miedo a las mujeres
Hadefobia - Miedo al Infierno
Hagiofobia - Miedo a los santos y a las cosas sagradas
Hamartofobia - Miedo a cometer pecados
Hefefobia o Haptefobia - Miedo a ser tocado
Harpaxofobia - Miedo a ser robado
Hedonofobia - Miedo al placer
Heliofobia - Miedo al sol
Helenofobia - Miedo a los términos griegos o a la complicada terminología científica
Helmintofobia - Miedo a ser infectado por gusanos
Hemofobia - Miedo a la sangre
Heresifobia o Hereiofobia - Miedo a los desafíos o a la doctrina oficial o a la desviación fanática
Herpetofobia - Miedo a los reptiles, a las cosas reptantes
Heterofobia - Miedo al sexo opuesto (Sexofobia)
Hierofobia - Miedo a los curas o a las cosas litúrgicas
Hipofobia - Miedo a los caballos
Hipopotomonstrosesquipedaliofobia - Miedo a las palabras largas
Hobofobia - Miedo a los vagabundos y mendigos
Hodofobia - Miedo a los viajes por carretera
Hormefobia - Miedo a los choques
Homiclofobia - Miedo a la niebla
Homilofobia - Miedo a los sermones
Hominofobia - Miedo a los hombres
Homofobia - Miedo a la homosexualidad o a ser homosexual
Hoplofobia - Miedo a las armas de fuego
Hidrargiofobia - Miedo a las medicinas basadas en el mercurio
Hidrofobia - Miedo al agua
Hielofobia o Hialofobia - Miedo a los cristales
Higrofobia - Miedo a los líquidos, a la humedad
Hilefobia - Miedo al materialismo o a sufrir ataques epilépticos
Hilofobia - Miedo a los bosques
Hipengiofobia o Hipegiafobia - Miedo a la responsabilidad
Hipnofobia - Miedo a quedarse dormido o a quedar hipnotizado
Hipsifobia - Miedo a las alturas
Iatrofobia - Miedo a acudir al médico
Ictiofobia - Miedo al pescado
Ideofobia - Miedo a las ideas
Ilingofobia - Miedo al vértigo
Iofobia - Miedo a ser envenenado
Insectofobia - Miedo a los insectos
Isolofobia - Miedo a estar solo
Isopterofobia - Miedo a las termitas
Itifalofobia - Miedo de mirar, de pensar o de tener una erección
Japanofobia - Miedo a lo relacionado con Japón
Judeofobia - Miedo a lo relacionado con los judíos
Lacanofobia - Miedo a los vegetales
Latrofobia - Miedo a los médicos
Leprofobia o Leprafobia - Miedo a la lepra
Laliofobia o Lalofobia - Miedo a hablar
Leucofobia - Miedo al color blanco
Levofobia - Miedo a las cosas de la parte izquierda del cuerpo
Liguirofobia - Miedo a los ruidos fuertes
Lilapsofobia - Miedo a los tornados y huracanes
Limnofobia - Miedo a los lagos
Linonofobia - Miedo a ser atacado
Liticafobia - Miedo a las denuncias
Loquiofobia - Miedo al nacimiento de los niños
Logisomecanofobia - Miedo a los ordenadores
Logofobia - Miedo a las palabras
Luifobia - Miedo a la sífilis
Lutrafobia - Miedo a las nutrias
Ligofobia - Miedo a la oscuridad
Lisofobia - Miedo a volverse loco
Macrofobia - Miedo a las largas esperas
Megeirocofobia - Miedo a cocinar
Maieusiofobia - Miedo al nacimiento de los niños
Malaxofobia - Miedo al juego amoroso (Sarmasofobia)
Maniafobia - Miedo a volverse loco
Mastigofobia - Miedo al castigo
Mecanofobia - Miedo a las máquinas
Medomalacufobia - Miedo a perder una erección peneana
Medortofobia - Miedo a tener una erección
Megalofobia - Miedo a las cosas grandes
Melisofobia - Miedo a las abejas
Melanofobia - Miedo a las pieles negras
Melofobia - Miedo o aversión hacia la música
Meningitofobia - Miedo a las enfermedades del cerebro
Menofobia - Miedo a la menstruación
Merintofobia - Miedo a ser obligado o atado
Metalofobia - Miedo al metal
Metatesiofobia - Miedo a los cambios
Meteorofobia - Miedo a los meteoritos
Metifobia - Miedo al alcohol
Metrofobia - Miedo o aversión hacia la poesía
Microbiofobia - Miedo a los microbios (Bacilofobia)
Microfobia - Miedo a las cosas pequeñas
Misofobia - Miedo a la parasitación de la piel
Mnemofobia - Miedo a los recuerdos
Molismofobia o Molisomofobia - Miedo a la suciedad o a la contaminación
Monofobia - Miedo a la soledad o a estar a solas
Monopatofobia - Miedo a las enfermedades crónicas
Motorfobia - Miedo a los automóviles
Motefobia - Miedo a las polillas
Musofobia o Murofobia - Miedo a los ratones
Micofobia - Miedo o aversión hacia las setas y hongos
Mictofobia - Miedo a la oscuridad
Mirmecofobia - Miedo a las hormigas
Mitofobia - Miedo a los mitos o historias y afirmaciones falsas
Mixofobia - Miedo a la viscosidad (Blenofobia)
Nebulafobia - Miedo a la niebla (Homiclofobia)
Necrofbobia - Miedo a la muerte o a las cosas muertas
Negrofobia - Miedo a los negros
Nelofobia - Miedo al cristal
Neofarmafobia - Miedo a las nuevas drogas
Neofobia - Miedo a algo nuevo
Nefofobia - Miedo a las nubes
Noctifobia - Miedo a la noche
Nomatofobia - Miedo a los nombres
Nosocomefobia - Miedo a los hospitales
Nosofobia o Nosemafobia - Miedo a enfermar
Nostofobia - Miedo a volver a casa
Novercafobia - Miedo a la madrastra
Nucleomitufobia - Miedo a las armas nucleares
Nudofobia - Miedo a la desnudez
Numerofobia - Miedo a los números
Nictohilofobia - Miedo a estar en el campo a oscuras, o en un bosque por la noche
Nictofobia - Miedo a la oscuridad o a la noche
Obesofobia - Miedo a engordar (Pocrescofobia)
Oclofobia - Miedo de las multitudes y gentíos
Ocofobia - Miedo a los vehículos
Octofobia - Miedo a la figura 8
Odontofobia - Miedo a los dientes o de la cirugía dental
Odinofobia o Odinefobia - Miedo al dolor (Algofobia)
Oenofobia - Miedo a los vinos
Oicofobia - Miedo a los alrededores del hogar
Olfactofobia - Miedo a los olores
Ombrofobia - Miedo a la lluvia o a ser mojado
Ommetafobia o Ommatofobia - Miedo a los ojos
Oneirofobia o Onirofobia - Miedo a los sueños
Oneirogmofobia o Onirogmofobia - Miedo a los sueños húmedos
Onomatofobia - Miedo a escuchar cierta palabra o nombre
Ofidiofobia - Miedo a las serpientes
Oftalmofobia - Miedo a ser el centro de atención
Optofobia - Miedo a abrir los ojos
Ornitofobia - Miedo a los pájaros
Ortofobia - Miedo a la propiedad
Osmofobia o Osfresiofobia - Miedo a los olores u hedores
Ostraconofobia - Miedo al marisco
Ouranofobia - Miedo al firmamento
Pagofobia - Miedo al hielo o escarcha
Pantofobia - Miedo a sufrir una enfermedad
Panofobia o Pantofobia - Miedo a todo
Papafobia - Miedo al Papa
Papirofobia - Miedo al papel
Paralipofobia - Miedo a abandonar el deber o la responsabilidad
Parafobia - Miedo a la perversión sexual
Parasitofobia - Miedo a los parásitos
Parascavedecatriafobia - Miedo al Viernes 13
Partenofobia - Miedo a las vírgenes o a las chicas jóvenes
Patofobia - Miedo a las enfermedades
Patroiofobia - Miedo a la herencia
Parturifobia - Miedo al nacimiento de los niños
Pecatofobia - Miedo a pecar
Pediculofobia - Miedo a pedir
Pediofobia - Miedo a las muñecas
Pedofobia - Miedo a los niños
Peladofobia - Miedo a la gente calva
Pelagrofobia - Miedo a la pelagra
Peniafobia - Miedo a la pobreza
Ptiriofobia - Miedo a pedir (Pediculofobia)
Ptisiofobia - Miedo a la tuberculosis
Placofobia - Miedo a las lápidas
Plutofobia - Miedo a la riqueza
Pluviofobia - Miedo a la lluvia o a ser mojado
Pneumatifobia - Miedo a los espíritus
Pnigofobia o Pnigerofobia - Miedo a ahogarse o a ser asfixiado
Pocrescofobia - Miedo a engordar (Obesofobia)
Pogonofobia - Miedo a las barbas
Poliosofobia - Miedo a contraer la poliomielitis
Politicofobia - Miedo a los políticos
Polifobia - Miedo a muchas cosas
Poinefobia - Miedo al castigo
Ponofobia - Miedo al dolor
Potamofobia - Miedo a los río o al agua corriente
Potofobia - Miedo al alcohol
Proctofobia - Miedo al recto
Prosofobia - Miedo al progreso
Pselismofobia - Miedo a tartamudear
Psicofobia - Miedo a la mente
Psicrofobia - Miedo al frío
Pteromeranofobia - Miedo a volar
Pteronofobia - Miedo a que te hagan cosquillas con plumas
Pupafobia - Miedo a los muñecos
Pirexiofobia - Miedo a la fiebre
Pirofobia - Miedo al fuego
Radiofobia - Miedo a la radiación, a los rayos X
Ranidafobia - Miedo a los sapos
Rectofobia - Miedo al recto y a los dolores rectales
Rabdofobia - Miedo a ser severamente castigado o golpeado con una vara, o a ser fuertemente criticado. También miedo a la magia
Ripofobia - Miedo a defecar
Ritifobia - Miedo a que aparezcan arrugas
Rupofobia - Miedo a la suciedad
Rusofobia - Miedo a lo relacionado con Rusia
Sarmasofobia - Miedo al juego amoroso (Malaxofobia)
Satanofobia - Miedo a Satán
Selafobia - Miedo a los flases de luz
Selenofobia - Miedo a la luna
Seplofobia - Miedo a la materia en decadencia
Sesquipeladofobia - Miedo a las palabras largas
Sexofobia - Miedo al sexo opuesto (Heterofobia)
Siderodromofobia - Miedo a los trenes, a las vías del tren o a viajar en tren
Siderofobia - Miedo a las estrellas
Sinistrofobia - Miedo a coger cosas con la mano izquierda
Sinofobia - Miedo a lo relacionado con China
Sitofobia o Sitiofobia - Miedo a la comida o a comer (Cibofobia)
Soquerafobia - Miedo a los familiares
Socialfobia - Miedo a ser juzgado negativamente en situaciones sociales
Sociofobia - Miedo a la sociedad o a la gente en general
Somnifobia - Miedo a dormir
Sofofobia - Miedo a aprender
Soteriofobia - Miedo a depender de los demás
Surifobia - Miedo a los ratones
Simbolofobia - Miedo al simbolismo
Simetrofobia - Miedo a la simetría
Singenesfobia - Miedo a los familiares
Sifilofobia - Miedo a la sífilis
Tachofobia - Miedo a la velocidad
Taeniofobia o Teniofobia - Miedo a las orugas
Tafefobia o Tafofobia - Miedo a ser quemado vivo o a los cementerios
Tapinofobia - Miedo a ser contagioso
Taurofobia - Miedo a los toros
Tecnofobia - Miedo a la tecnología
Teleofobia - 1) Miedo a los planes definitivos 2) Miedo a las ceremonias religiosas
Telefonofobia - Miedo a los teléfonos
Teratofobia - Miedo a estar al cuidado de un niño deforme o miedo a los monstruos o a las personas deformes
Testofobia - Miedo a hacer pruebas
Tetanofobia - Miedo al tétanos
Teutofobia - Miedo a todo lo relacionado con Alemania
Textofobia - Miedo a determinadas telas
Taasofobia - Miedo a sentarse
Talasofobia - Miedo al mar
Tanatofobia o Tantofobia - Miedo a la muerte o a morir
Teatrofobia - Miedo a los teatros
Teologicofobia - Miedo a la teología
Teofobia - Miedo a los dioses o a la religión
Termofobia - Miedo al calor
Tocofobia - Miedo a quedar preñada o al nacimiento de los niños
Tomofobia - Miedo a las operaciones quirúrgicas
Tonitrofobia - Miedo a las tormentas
Topofobia - Miedo a determinados lugares o situaciones
Toxifobia o Toxofobia o Toxicofobia - Miedo al veneno o a ser envenenado accidentalmente
Traumatofobia - Miedo a las heridas
Tremofobia - Miedo a los temblores
Triquinofobia - Miedo a la triquinosis
Tricopatofobia o Tricofobia o Hipertricofobia - Miedo al pelo (Caetofobia)
Triscadecafobia - Miedo al número 13
Tropofobia - Miedo al movimiento o a hacer cambios
Tripanofobia - Miedo a las inyecciones
Tuberculofobia - Miedo a la tuberculosis
Tiranofobia - Miedo a los tiranos
Uranofobia - Miedo al firmamento
Urofobia - Miedo a la orina o a orinar
Vaquinofobia - Miedo a vacunarse
Venustrafobia - Miedo a las mujeres hermosas
Verbofobia - Miedo a las palabras
Verminofobia - Miedo a los gérmenes
Vestifobia - Miedo a vestirse
Virginitifobia - Miedo a la violación
Vitricofobia - Miedo a lo que representa la figura paterna
Vicafobia - Miedo a las brujas y a la brujería
Xantofobia - Miedo al color amarillo o a la palabra 'amarillo'
Xenofobia - Miedo a los extraños o a los extranjeros
Xerofobia - Miedo a la sequedad
Xilofobia - 1) Miedo a los objetos de madera 2) Miedo a los bosques
Zelofobia - Miedo a la envidia
Zemifobia - Miedo a los topos
Zoofobia - Miedo a los animales
268. Miércoles, 4 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo octavo: ¿Por qué se necesita tanto tiempo para terminar algo en lo que no se está trabajando?
Estoy asustado, sabía yo de lo endeble que es el cuerpo humano, pero tanto, tanto..
Por circunstancias laborales sé del equilibrio tan inestable que se traen entre manos las células de cualquier persona, y lo fácil que es que, en cualquier momento salte ese equilibrio y pasemos a pesar 21 gramos menos, que es, lo que según las teorías de un tal Douglas MacDougall, pesan las personas cuando mueren. Exactamente 21 gramos menos: el precio del alma .
Estaremos casi todos de acuerdo en que cualquier forma de morir es tonta, eso por adelantado, pero hay que reconocer que hay algunas que son más tontas que otras.. mira tu por dónde hay una que me parece particularmente estúpida: morir por no estornudar, lo que cientificamente, (que queda mucho más profesional a la hora del certificado de defunción, ¡dónde va a parar!) se conoce como un "estornudus interruptus".
Algunas personas tienen la extraña costumbre de contener el estornudo, especialmente si están en público, bueno pues resulta que practicar el "estornudus interruptus" puede causar serios problemas al cuerpo e incluso provocar la muerte.
El estornudo es un mecanismo natural que tiene como misión limpiar las vías aéreas, si se contiene se acaba produciendo una implosión nasal capaz de reventar los vasos sanguíneos de la nariz, romper los tímpanos, desprender la retina y hasta desatar infartos cerebrales en personas con factores de riesgo.
Y la primavera a la vuelta de la esquina.. ejemmmm.
267. Martes, 3 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo séptimo: ¿Por qué todos los papeles de un montón que van después del primero, están, o al revés, o boca abajo?
Pocas cosas han cambiado desde que en el siglo primero antes de Cristo, empezaran a celebrarse las primeras oposiciones para trabajar de funcionarios. Igual que ahora, los exámenes duraban varios días y se presentaban miles de candidatos para unos pocos puestos.
Bueno, alguna diferencia hay, que resulta que en aquella época, durante el tiempo que se estuviera celebrando la oposición, nadie podía, bajo ninguna circunstancia, ni tan siquiera por imperiosas necesidades fisiológicas, salir de la sala.
La solución era simple, la mayoría de los opositores acudían a las maratonianas pruebas equipados con sus correspondientes orinales, que usaban a la vista de los demás aspirantes y, por supuesto de los miembros del tribunal, y según sus necesidades, en mitad de la sala.
Tengo mucha imaginación, pero reconozco que se me hace cuesta arriba pensar como los sufridos opositores podían contestar correctamente cualquier pregunta, por fácil que fuera, respirando el ambiente en la sala después de que varios miles de personas llenaran sus correspondientes orinales una y otra vez.
Debía de ser algo que, inevitablemente, les iba a marcar para el resto de sus vidas y las de sus descendientes.
Quizá venga desde entonces esa manía que tienen en casi todos los sitios públicos, los nunca bien retribuidos por su trabajo, funcionarios por oposición, de mandarte a la mierda a la menor y encima hacerlo con esas cara de estreñido crónico.. les invaden los recuerdos acumulados durante generaciones.
La nostalgia, en algunos casos, es muy mala.
266. Lunes, 2 Febrero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo sexto: Cuando tenemos un sueño pesado... ¿significa que uno está soñando con cosas antipáticas, insoportables? ¿Qué no caen bien?
Resulta que me paso las noches haciendo la estrella de mar y no me había dado cuenta.
Debido a las características del tema no he podido comprobarlo por mí mismo, y eso, en alguien parecido a Santo Tomás, pues no me convence al 100%, pero como cada noche tengo alguien al lado, me ha bastado con preguntar y , sin dudar un momento me ha dicho: "¿tu?.. una estrella de mar"
¡Ups!, antes de que me líe más, estoy hablando de un articulo que he encontrado por esas páginas de dios, dónde le dices como duermes y te contestan como eres.. y yo ni "feto", ni "soldado" ni "tronco". Yo, una estrella de mar.
¡Fijaté tú que cosas!
La estrella de mar: Posición de cúbito supino, es decir, tumbado sobre la espalda con los brazos hacia arriba alrededor de la almohada. Carácter: las pocas personas que duermen de este modo, hacen amigos rápida y fácilmente porque siempre están dispuestos a escuchar y ayudar a los demás. No les gusta ser el centro de atención. Salud: presenta los mismos problemas que la postura del soldado, ya que contribuye a la aparición de apneas del sueño y ronquidos, y éstos pueden provocar un aumento de la tensión arterial y posibles problemas cardiovasculares. También puede ser perjudicial para quienes ya padecen problemas gastrointestinales y obesidad.
Eso sí, para que los datos a procesar sean minimamente fiables, hay que dormir habitualmente con alguien y que, además, ese "alguien" se fije. No vale que una noche de borrachera se te quede a dormir el ligue de turno y a la mañana siguiente te diga lo primero que se le ocurra, eso lo único que hace es una "desviación-estándar-del-ratio-final", que desnaturaliza el proceso científico.
No todas las ventajas las iban a tener siempre los solteros.
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