-   


  

 
250. Viernes, 9 enero 2004



Capítulo Ducentésimo quincuagésimo: ¿Por qué siempre que le cuentas a alguien que tienes catarro él también lo tienen y además el suyo es peor?



Y ya que no hay más remedio que tirar hacia delante, empezaremos con una buena dosis de optimista resignación.. que para eso es viernes.



Si la ya, por edad, menopausica Obregón todavía hace papeles de adolescente pija, los demás también tenemos derecho a parecer más jóvenes, incluso aunque ya estemos en un nuevo año.



Primer paso: quitarse de encima todo aquello que pueda hacer que aparentemos más edad, por ejemplo las canas, serán elegantes, aportaran personalidad y demás historias, pero envejecen un "güevo". Con cualquier anticanas de los mismos "Jutecos", asunto solucionado.



Más, arrastrar los pies echa unos cuantos años encima, algo que se puede evitar muy fácilmente fijándose un poco: basta con ponerse derecho, cabeza recta, sacar pecho, meter barriga... y otros cinco años menos.



Y lo más importante: estar convencidos de que todavía nos queda pendiente lo más importante por hacer, que por muy mal que nos vaya hoy, -y volver al trabajo es una de las situaciones más traumáticas por las que puede pasar una persona-, seguro que mañana las cosas serán diferentes. ¡Sobre todo teniendo en cuenta que es sábado!, detalle este muy principal.



Nada como la ilusión para quitarnos unas cuantas décadas.



Al fin y al cabo, las mismas situaciones, afrontadas con optimismo, entusiasmo y una buena dosis de buen humor, se ven de otra manera... y ya que no hay más remedio que seguir adelante...