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265. Viernes, 30 Enero 2004



Capítulo Ducentésimo sexagésimo quinto: ¿Cómo confiesan los curas sordos?



No soy ningún sibarita en cuestiones gastronómicas y ni tan siquiera aficionado a comer. Hay pocas cosas que logren activar mis glándulas salivares aunque haya estado todo el día sin meterme nada en el cuerpo, (.. y hablamos de comida).



Ayer, me dieron a probar huevo de pavo, sí uno de gallina, que pesa más o menos la mitad, me basta y me sobra para cumplir mis necesidades, el del pobre pavo, más bien sería de pava digo yo, era el equivalente, yema arriba, yema abajo, a mi consumo "güevero" de toda la semana.



No pude comerme el huevo entero ( ... y seguimos hablando de comida), fue lástima de no haber tenido un "tuperware" de esos a mano. De todas formas el tamaño fue la única diferencia que yo noté, ya que en cuanto a sabor me pareció "mismamente" de una gallina.



Eso sí, como ocurre siempre, algún entendido en el tema se empeña en contarte las "sutiles" diferencias, no ya entre el huevo de pavo y el de gallina, algo que, al menos por el tamaño es evidente, sino entre los de una gallina y otra.. Un tema apasionante.



Y entonces es cuando sale eso de que "no-hay-nada-como-los-pollos-de-corral", "los-industriales-no-saben-a-nada", que "los-huevos-de-ahora-no-son-como-los-de-antes.". No claro, iguales no son, antes una gallina ponía más o menos 30 huevos al año, y ahora con eso del "cielo eléctrico", la luz artificial que se enciende y se apaga, los piensos transgénicos y la genética que te crió, una gallina es capaz de ovular hasta 300 veces al año.



Mira, se me está ocurriendo una idea, si las gallinas ovulan más y mejor con lo de la luz, podían las mujeres encender y apagar el fluorescente de la cocina, así como en plan discoteca y a lo mejor se ponen a ovular como locas.



La idea la cedo gratis. Y antes de acusarme, una vez más, de misógino, (¡poca humanidad con un "enfermo", dios mío!), que quede claro que no tengo yo ni arte ni parte en el pequeño detalle de que los hombres no ovulemos (el sí nos gustaría o no, es otro tema). La culpa a la "madre" naturaleza.