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265. Viernes, 30 Enero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo quinto: ¿Cómo confiesan los curas sordos?
No soy ningún sibarita en cuestiones gastronómicas y ni tan siquiera aficionado a comer. Hay pocas cosas que logren activar mis glándulas salivares aunque haya estado todo el día sin meterme nada en el cuerpo, (.. y hablamos de comida).
Ayer, me dieron a probar huevo de pavo, sí uno de gallina, que pesa más o menos la mitad, me basta y me sobra para cumplir mis necesidades, el del pobre pavo, más bien sería de pava digo yo, era el equivalente, yema arriba, yema abajo, a mi consumo "güevero" de toda la semana.
No pude comerme el huevo entero ( ... y seguimos hablando de comida), fue lástima de no haber tenido un "tuperware" de esos a mano. De todas formas el tamaño fue la única diferencia que yo noté, ya que en cuanto a sabor me pareció "mismamente" de una gallina.
Eso sí, como ocurre siempre, algún entendido en el tema se empeña en contarte las "sutiles" diferencias, no ya entre el huevo de pavo y el de gallina, algo que, al menos por el tamaño es evidente, sino entre los de una gallina y otra.. Un tema apasionante.
Y entonces es cuando sale eso de que "no-hay-nada-como-los-pollos-de-corral", "los-industriales-no-saben-a-nada", que "los-huevos-de-ahora-no-son-como-los-de-antes.". No claro, iguales no son, antes una gallina ponía más o menos 30 huevos al año, y ahora con eso del "cielo eléctrico", la luz artificial que se enciende y se apaga, los piensos transgénicos y la genética que te crió, una gallina es capaz de ovular hasta 300 veces al año.
Mira, se me está ocurriendo una idea, si las gallinas ovulan más y mejor con lo de la luz, podían las mujeres encender y apagar el fluorescente de la cocina, así como en plan discoteca y a lo mejor se ponen a ovular como locas.
La idea la cedo gratis. Y antes de acusarme, una vez más, de misógino, (¡poca humanidad con un "enfermo", dios mío!), que quede claro que no tengo yo ni arte ni parte en el pequeño detalle de que los hombres no ovulemos (el sí nos gustaría o no, es otro tema). La culpa a la "madre" naturaleza.
264. Jueves, 29 Enero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo cuarto: ¿Por qué siempre que tienes las dos manos ocupadas te pica la nariz?
A pesar de que hace un frío del carajo (ese dónde el grajo vuela bajo), ayer ya vi almendros en flor.
Vamos, que en dos patadas nos ponemos ya en las vacaciones, y no estaría de más que empezáramos a prepararlas, que luego se nos olvidan la mitad de las cosas y no nos lucen los pocos días de asueto que nos dejan.
Además, y debe de ser por aquello de que todavía no he cobrado, resulta que los del "corteinglé" hacen un siete por ciento de descuento si reservas por adelantado, que viene ideal-de-la-muerte para comprarme un nuevo bañador, que el de nylon del año pasado quedó deformado por meterme aquellos calcetines blancos tan gordos.
Una maleta bien colocada cuesta mucho sufrimiento y lleva su tiempo, que cada cosa esté como deba estar, no es algo que se deba tomar a la ligera, sobre todo si uno no quiere llevarse algún susto, que tal y como se han puesto eso de la seguridad, cualquier cosa.
Y sino que se lo pregunten a esa señora, pobrecita mía, que estaba esperando con su santo marido a que despegara el avión, cuando unos malvados agentes de seguridad le obligaron a abrir su equipaje al observar que un objeto no identificado, en una de sus maletas, emitía "extrañas" vibraciones.
El objeto en cuestión no era más que un simple vibrador que se había activado inoportunamente y que la buena señora llevaba para su esparcimiento vacacional.
En vista de las risas y el choteo general de los empleados del aeropuerto durante el incidente, la mujer ha demandado a la aerolinea responsable del suceso y está estiudiando hacer lo mismo con los fabricantes del vibrador por un mal funcionamiento en los botones de encendido y apagado en el susodicho aparato.
Pd. Me dan un cierto pudor estas cosas, pero alguna vez hay que desmelarse y sacar el ego de paseo. Ayer publicó J.J. Merelo en su Atalaya la lista de las 100 bitácoras más enlazadas y resulta que aparezco bailando entre el puesto 14 y el 16. Luego voy y miro cuantos más o menos teneis la santa paciencia de pasaros un ratito por aquí para leer cada día estas irreflexiones gamberras y ando ya por casi los 800. Vale, importa más la calidad de los que leen, y en calidad de "lectores" soy el primero, pero me he hecho ilusión, poniendome para un buen rato, eso que, además de no consumir nada, ilumina mucho más que cualquier bombilla: una sonrisa. Gracias. :-).
!Hale, mi ego satisfecho por un par de años!
263. Miércoles, 28 Enero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo tercero: Cuando un vuelo tiene un "retraso"... ¿es por qué todavía no le ha bajado el tren de aterrizaje?
Lo dicen todos los estudios, que los hay, meamos (si uno no es de barrio periférico sustitúyase por "miccionamos"), mucho más y muchas más veces que hace veinte años.
La razón es simple, ahora bebemos más líquido que antes, que si refrescos, que si la botellita de agua, que si el café, que si la cervecita, que si alguna menta-poleo, que si más fruta... Y como todo lo que entra tienen que salir, al meter más pues acabamos "sacando" más.
El cálculo es fácil, la vejiga, a pesar de tener una cierta capacidad para expandirse, se llena con unos 3 decilitros de líquido, un solo vaso puede aportar 1 pero entre unas cosas y otras al cabo del día hemos bebido unos 40 o 45, si descontamos los más o menos 10 que se necesitan para mantener la actividad, resulta que hay que eliminar los 30 decilitros restantes.. resultado, 10 o 12 veces al día visitando el retrete.
Por cierto, las mujeres no tienen la vejiga más pequeña ni pueden aguantar menos cantidad de orina en ella, pero si está comprobado que mean (si uno no es de barrio periférico sustitúyase por "miccionan"), más veces que los hombres.
Y eso tienen también tiene su explicación, está comprobado que las ganas de mear, (si uno no es de barrio periférico sustitúyase por "miccionar") como las de reírse o bostezar, son contagiosas y como ellas tienen ese afán de ir juntas al retrete acaba meando, (si uno no es de barrio periférico sustitúyase por "miccionando") no sólo la que, de principio iba a eso, sino también su o sus acompañantes.
Y que conste que no es cuestión de sexo, que si los hombres fueran juntos les pasaría lo mismo, de hecho está comprobado que, en las oficinas, van más al retrete aquellos cuya mesa está situada más cerca del "servicio", lo que pasa es que, salvo para cuestiones puntuales de "polvos" -en todas las acepciones de la palabra- los hombres suelen ir a estos sitios de uno en uno.
262. Martes, 27 Enero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo segundo: Si soñamos que comemos hasta hartarnos, ¿engordaremos?
No importa, la decisión está tomada y además si algo falla se va en seis lavados, una tarde en casa da para eso y para mucho más. Se me ha antojado darme mechas, de vez en cuando hay que caer en los tópicos de mi sexo.
Bajas al supermercado de enfrente y entre "cienes y cienes" de cajas coges la que tiene a la señora más sonriente en la foto y el color de pelo lo más parecido al de Beckhman. "Alea jacta est". !Lo que hace el aburrimiento!
Primer paso, prepararlo todo, es lo que tienen la primera vez que uno hace algo, es la única dónde intentas organizarte y hasta procuras seguir las instrucciones al pie de la letra. Busco el reloj de horno con forma de huevo color lila, ese que no he usado en mi vida, y una toalla para poner encima de los hombros, eso sí, vieja, que aunque "la gran quincena del blancolor" está al caer tampoco es plan de estropear una de las buenas.. manos a la obra.
Primera dificultad, los guantes de plástico que trae no sirven, intento meter dedos pero parece que no hay agujeros suficientes, digo yo que como parecen de dibujos animados quizá sólo tengan para cuatro. Me voy a por unos de latex, otra de las ventajas de mi sexo, solemos tener muchas cosas de latex, guantes también, el para qué, podía explicarlo, pero a estas horas seguro que hay niños despiertos y además no quiero desviarme del tema.
Hay que mezclar el líquido A con el líquido B y agitarlo. Lo mezclo, lo agito, y aquello cambia a un color rojo que empieza a no gustarme demasiado, hasta me da un poco de miedo.. pero estoy demasiado ocupado intentando que la toalla no deje ningún agujerito como para prestarle mucha atención a un color.
Dice en la caja que hay que aplicarlo sobre el pelo limpio y húmedo, la sensación de mojarme el pelo con los guates de latex hace que me chiriien los dientes. Y de pronto me miro en el espejo, me veo desnudo, con una toalla vieja en los hombros y unos guantes de latex en las manos, de la impresión cojo el líquido, que ya va poniéndose de un extraño color "vomito de perro con gastritis" y lo dejo caer por el lavabo.
De pronto, y en uno de esos arrebatos extraños, me pasa un fugaz pensamiento.. !pobres mujeres, lo que tienen que aguantar..!
Me asusto mucho, me siento y espero a que se me pase.
El verdadero problema vendrá a la hora de devolver al lavabo, que ahora luce hasta bien entrada la tubería, unos bonitas chorretones color "pelo de Beckham", su color original..
261. Lunes, 26 Enero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo primero: ¿Sí la mayoría de los incendios los producen los cortocircuitos, por qué no los hacen más largos?
Había una canción, creo que de Aviador Dro, que pregonaba a grito pelado las virtudes nutritivas de la televisión. Y mira tú por donde han tenido que pasar varios años para que entendiera el verdadero significado de su letra y del tipo de nutrición al que se estaban refiriendo: puro y duro alimento contemplativo para el alma.
Eso es la televisión.
Leo divertido un articulo del que se define a sí mismo como "poeta de periódicos", el genial Ángel Antonio Herrera, sobre las frases gloriosas que algunas "famosas" han perpetrado en entrevistas con cámara delante. Por desgracia estos místicos manjares no son capaces de machacar el hambre en la tierra, de otra forma, cualquiera de ellas podría alimentar espiritualmente a medio mundo.
Es difícil elegir entre tantas, superar a Belén Esteban diciendo aquello de: "..para ciertos trabajos yo no reúno los requesitos" no deja de ser un duro reto, pero Sofía Mazagatos, mi Marisofi, no podía quedarse atrás y en un alarde de inteligencia suelta: " ...con Mar Flores ha habido pequeñas redecillas" y además puede ondear su melena al viento sin despeinarse.. pura, y dura, poesía.
Y como no va a ser también puro espíritu nutritivo Raquel Mosquera cuando habla de su viaje por "..Roma, Venecia y otras islas griegas" o la mismísima Mar Flores anunciando que su hijo ha venido "..con un brazo debajo del pan".
Y es que no hay nada como alimentar los sentimientos con el poder curativo de las palabras, es ahí donde se ve de verdad las profundas raíces de la humanidad, a donde vamos y de donde venimos, como diría Yola Berrocal, nuestro más intimo "árbol ginecológico".
¡Quien lo iba a decir!, hace nada que estábamos dando gritos para que todos supieran lo mucho que bebían los peces en el río y ahora sabemos que hasta se pueden hacer "botellones" en Marte, ¡y sólo hay que llevar las bebidas!..Una ventaja teniendo en cuenta que con la distancia que hay, los motores a toda mecha y tal, llegarían muy calientes.
A ver si diciendo frases como estas acabo de tertuliano en esa clínica de operadas que es el programa de Mari-Tere-Campos y conozco al retoño de Humberto, o de "ayudante-pa-lo-que-sea" de su hija Carmen y me presenta a Rocío Carrasco, o con su otra hija, la Terelu de mi alma, y me hago una ronda vespertina-dominguera a calzón quitado -nunca mejor dicho- con el Josemi o con el novio de su otra hija, ese con nombre de llamar a las gallinas, y me presenta a su vecina de programa, mi admirada y tan desaprovechada, Shangay, no la revista, no, la de verdad, la Lily, la de toda la vida.
No me llamo Pipi, ni tan siquiera Terelu, pero hay que reconocer que lo de "peluche" a mi edad, también tiene un trago.
260. Viernes, 23 enero 2004
Capítulo Ducentésimo sexagésimo: ¿Cuando uno tiene mucha autoestima se masturba más a menudo?
Sí señor, hay que ser solidarios en todas las facetas de la vida, y cuando digo en todas quiero decir "en todas", a partir de ahora además de sexo seguro hay que practicar el "sexo sostenible".
Lo dicen los chicos (¿por qué será esa manía de llevar barba casi todos?) de Greepeace en su "Guía para un sexo respetuoso con el medioambiente" o "como se puede ser una bomba en la cama sin nuclearizar el planeta".
Primera recomendación: hacerlo de día, ¡anda y que no se reduciría el consumo de energía! Y en caso de "impulsos inaplazables" usar velas, eso sí de cera de verdad, de la que fabrican las abejas.
Nada de afrodisíacos del tipo de ostras o mariscos, hay que contribuir a no arruinar la riqueza marina. Se pueden sustituir por refrescos y bebidas de hierbas como las que se hacen en el Amazonas: el guaraná y el cajú, que son respetuosos con los bosques. Salen más caros y, reconozcámoslo, deben de ser complicadísimos de conseguir, pero salvarás a los bebes ostritas.
Cuando imites a los de "nueve semanas y media" nada de usar alimentos transgénicos y sí ,en un pasional arrebato, lo que te pone es hacerlo en el jardín, mucho cuidado, las plantas, están llenas de pesticidas, fertilizantes y productos químicos "¿quieres realmente poner su desnudo trasero sobre un hierbajo asesino?"
Y no cantes victoria si eres de los que prefieres la cama, también aquí debes tener cuidado de que sea de madera y tenga el sello FSC, que asegura que esta proviene de un bosque explotado de manera ecológica.
Nada de lubricantes del tipo de la vaselina y similares hechos a partir de combustibles fósiles, busca algo más natural, y si te gusta incluir algún tipo de "juguete" que no sea de PVC, muy tóxico el condenado. En su lugar puedes utilizar accesorios fabricados con sustancias naturales como el caucho, el corcho y cuero.. si, si, si, cuero, mucho cuero.
Siempre ducharse de dos en dos, y eso como mínimo, que el agua es un lujo que no está al alcance de cualquiera y compartir siempre es ahorrar.. entre otras muchas consecuencias que puede traer eso de "compartir" ducha o baño.
Resumiendo, que hay que hacer buena esa frase del mayo del 68 que decía "abrid vuestras braguetas tanto como vuestras mentes.." o era ¿las mentes tanto como las braguetas?.. bueno, el caso es abrir cualquiera de las dos todo lo que se pueda.. o más.
259. Jueves, 22 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo noveno: ¿Cómo puede mantener el equilibrio Piolín con semejante cabeza?
El no ir al gimnasio, al contrario de lo que pueda parecer, también tiene algunos inconvenientes... y a veces fuertes, muy fuertes.
Tenía yo ayer tranquilamente desparramados mis cincuenta y pocos kilos por el sofá en esa hora tonta, esa dónde otros sudan la gota gorda, jugando con el mando a distancia (como debe ser) y veo aparecer a una señorita peliteñida y a su más peliteñida señora madre, de esas que con tal de salir por la tele son capaces de contar, con todo lujo de detalles, como le ha quedado el tampón después de cinco días de menstruación. Con pruebas, naturalmente.
Hasta aquí bien, al fin y al cabo estaba tan agustitoooo ("tachín") que sólo hubiera abierto los dos ojos si en vez de las susodichas féminas, hubieran salido por aquella puerta, el cuerpo de bomberos en tanga, o sin, claro.
La peliteñida hija estaba de morros, su peliteñida madre no quería que le pusieran un piercing y la niña erre que erre.
A partir de ese instante, todo sucede muy rápido, aunque avisan de que absolutamente nada está preparado, aparece entre un espeso humo, una camilla con su camillero incluido a toda velocidad y antes de que la madre se acabe de sacar el moco, ese que tanto le molesta y que lleva intentando pescar desde antes de salir, ya le están agujereando el ombligo, a la hija, no a la del moco.
El público grita enfervorecido y la presentadora azuza a la madre diciéndole eso de que ahora todos lo llevan y de que el agujerito en cuestión no es más que un infinito gesto de amor maternal, por eso se lo hace delante de ella.
Digo yo que si hacerlo delante de alguien es un gesto de amor, menudo corazón debe de tener la chica para hacerlo delante de tanta gente... me ha convencido.. aquella chica ¡nos quiere!
Hay pequeños instantes, veloces ráfagas de pensamiento dónde la locura se apodera de uno hasta tal punto de pensar que estaría mejor en el gimnasio.
Decididamente la televisión acaba desequilibrando a la gente y saca lo peor de lo peor... ¡que estaría mejor en el gimnasio!.. Hoy pido hora para un electroshock de esos.
258. Miércoles, 21 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo octavo: ¿Los vampiros pueden cantar el "cara al sol" sin desintegrarse?
Vivir en una ciudad grande dónde, para la mayoría de la gente, lo único importante es su mundo y desde luego no suele perder el tiempo preocupándose de la vida del vecino, tiene sus partes malas, como por ejemplo, acabar pensando que en todos los sitios la cosa es igual.
Y por lo que estoy viendo queda mucho camino por recorrer, por eso ando en plan reivindicativo, y escribo algo que por obvio pensaba yo que ya estaba superado,
La homosexualidad es una opción sexual cuya única característica que puede definirla es la atracción por individuos del mismo sexo. No está relacionada con ningún rasgo físico, tono de voz, gestos especiales, aspavientos de ninguna clase, musculatura, constitución, forma de andar etc, ni, por supuesto, por ningún rasgo psicológico como ser más o menos tímido, decidido, provocador, violento, escrupuloso, agresivo, temperamental, sensible, creativo, pijo o macarra.
No tiene nada que ver con roles sociales sobre reparto de tareas domésticas, tener determinadas profesiones o aficiones determinadas, vestir de alguna manera especial o practicar más o menos deporte.
Es radicalmente falso que en las parejas de homosexuales uno haga de pasivo y otro de activo ya que, por lo general, se suelen intercambiar estos papeles tanto sexual como socialmente dependiendo de las circunstancias.
Por cierto, que este reparto de "papeles" es mucho más frecuente entre parejas heterosexuales.
Es falso el mito de la promiscuidad sexual de los gays, la proporción es incluso menor que entre los heteros. Los números lo dejan bien claro, la cantidad de señoritas putas que ejercen su trabajo dignamente no es para pensar que sus servicios sólo lo estén usando los solteros.. otra cosa es que a los gays nos salga más barato, pero no es ese el tema.
Podría seguir pero es batalla perdida, acabo de ver a una señora en la televisión preguntando si la homosexualidad es contagiosa.. y yo con estos pelos...
257. Martes, 20 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo séptimo: ¿Quien fue más rico, Henry Ford por el negocio de los coches o su hermano Roque por los quesos?
Sólo los uso para hacer deporte, lo que quiere decir que no los uso jamás de los jamases, pero la noticia no deja de ser, por lo menos, un abuso
"El Ministerio de Finanzas holandés prohíbe a sus funcionarios emplear calcetines blancos".
El silogismo es evidente, si el "gobierno" prohíbe llevar calcetines blancos, llevar calcetines blancos no puede ser malo, y si no es malo pero a mi no me gustan, el problema no son los calcetines blancos sino yo, que como buen chico salvaje de extrarradio de provincias, nunca podré llegar a apreciar esos detalles en los que uno demuestra la "clase".
La conclusión está clara, necesito hacer un curso acelerado de "moderno", es decir, vestirme como un dependiente de ultramarinos cualquiera, cargado de cruces y medallas, pedrusco tan grande como la mano de anillo, pantalones estrechos para los días laborables y unos con la raya bien hecha de pata de elefante para ir a la misa de una los domingos.
Y que no falte camisa abierta cuatro botones por lo menos, pulsera de oro, de esas que venden por metros y unos mocasines blanco nuclear a juego con los calcetines.
Vale, como no se conducir, no tengo coche y no podré tener el tapizado de leopardo a juego con el perro que siempre dice si y el muñequito de Elvis contoneándose en el retrovisor, "!!gurepaaaaaa!!", pero me compraré un llavero gigantesco de oro, claro, para poner junto al móvil encima de la mesa cada vez que me siente.
¿Alguna idea "textil" más para llevarle la contraria al ministro.
256. Lunes, 19 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo sexto: ¿Por qué los tíos, ante determinadas "urgencias" recurren a señoritas profesionales habiendo en casi todos los sitios "salidas de emergencia" ?
Todo acaba teniendo una explicación, hasta lo más extraño resulta que tiene su "lógica" científica.
Leyendo por ahí (es bueno eso de leer cosas de vez en cuando), he descubierto la razón por la que este año, además de tener una salud de hierro, he vuelto a poder cortarme las uñas de los pies con la boca, vamos, mismamente como si me hubiera pasado la vida metido en vinagre, igual que aquel experimento del colegio dónde llevábamos un hueso de pollo que se ponía muy flexible después de reposar algún que otro día en el aliño de la ensalada.
Que dice una tal "Sociedad Psicológica Británica" que escribir acelera la curación de las heridas, las del cuerpo y las del alma, pero que hay que tener cuidado con lo que se escribe, que no todo da el mismo resultado.
Los expertos pidieron a 18 pacientes que escribieran sus peores experiencias durante tres días y a otros 18 que escribieron sobre temas banales. Tras el ejercicio, todos fueron objeto de una pequeña punción en un brazo.
Bueno, pues dos semanas después, el primer grupo (el de sus peores experiencias), tenía cicatrices menores que el otro. Además los que habían tardado más en sanar tenían mucho mayor nivel de estrés.
Está claro, contar en este diario mis espeluznantes experiencias laborales, como hago yo aquí cada día, está siendo la mejor terapia contra cualquier enfermedad.
Nada puede superar al horror de tener que describir esa atroz, sanguinaria y brutal sensación que es "estar en el trabajo".. bueno, hay quien dice que quizá "trabajar", pero hay fronteras en las que, hasta la peor persona del mundo, sabe que no deben de ser traspasadas.
Y menos un lunes.
255. Viernes, 16 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo quinto: Cuando buscamos aparcamiento, lo normal es tardar siglos en encontrarlo, además de tener que ir a más de un kilómetro para conseguirlo. ¿Por qué cuando ya hemos aparcado en el "quinto pino" y llegamos al sitio al que íbamos, suele haber a la puerta un hermoso sitio libre?
Hay una obra de teatro de Alejandro Casona, "La barca sin pescador", que plantea el viejo asunto del pacto con el diablo pero con una importante diferencia, el precio a pagar por conseguir las "mercedes" solicitadas por un barquero, -en este caso solucionar sus problemas económicos-, no implica entregar la propia alma tras la muerte, sino acabar con la vida de otra persona, de alguien lejano, de alguien completamente desconocido y de lo que nunca nadie sabrá nada.
En una encuesta más reciente (1983) de la revista "Psychology Today" hacían la siguiente pregunta: "Si usted pudiera, anónimamente, apretar un botón y eliminar con eso a alguna persona sin sufrir las consecuencias, ¿lo haría?"
Un 69% de los hombres y un 56 % de las mujeres dijo sí.
Se aniquilarían jefes, vecinos, ex maridos, ex-esposas, ex-novios, ex-novias, antiguas parejas de los compañeros actuales, las actuales parejas de los ex.. una verdadera masacre, vamos.
Cosas de la envidia, el vicio más perverso e imperdonable con un enorme poder corrosivo para el "vicioso" y demoledor para el "envidiado".
Ya avisaba el mismo Casona: "Si eres feliz, escóndete. No se puede andar cargado de joyas por un barrio de mendigos. No se puede pasear la felicidad por un mundo de gente que se cree desgraciada".
!Anda que para ser viernes no me he puesto trágico ni nada!
254. Jueves, 15 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo cuarto: ¿Por qué si el equipo A es tan bueno en ningún capitulo aciertan a alguien con los disparos?
Uno tiene ya una edad dónde casi todo lo del cuerpo comienza a caerse y, quizá por aquello de equilibrar, empiezas a plantarte que no vendría mal subir un poco esa cosa espiritual que dicen que todos llevamos dentro, y que, siendo realista es lo único que se puede subir ya.
Como hay "cienes y cienes" de religiones, la cosa no debería estar difícil para elegir alguna, más teniendo en cuenta que, al menos de entrada, no le tengo ninguna manía especial a ninguna.
Sí tenía yo cierta predilección por lo del budismo, el color azafrán de la túnica con su cordoncito de 108 bolas para rezar y eso, no dejaba de tener su encanto y las cabezas rapadas siempre han tenido su aquel. Además lo de las reencarnaciones, el estado de "budeidad" y llegar al "nirvana" repitiendo "mantras" a diestro y siniestro no me digáis que no tenía su "puntito".
Pero mi gozo en un pozo, resulta que para ser budista hay cumplir cinco preceptos, sólo cinco, pero en este caso más que la cantidad, la cosa está en la calidad, una pena porque los cumplía casi todos: Está prohibido matar o herir a cualquier ser vivo, no hay que robar, no hay que mentir, no hay que beber alcohol ni ingerir sustancias tóxicas.
Hasta aquí perfecto, cuatro de cinco, pero resulta que el último punto es "no entregarse al exceso sexual". Sobran comentarios, resultado: una religión menos entre las que poder elegir para "elevar" mi espíritu.
Si es verdad que la comida es un sustitutivo del sexo, comprendo perfectamente por qué el príncipe Siddharta Gautama estaba tan gordo como ese Buda de cartón piedra que hay a la entrada del restaurante chino.
253. Miércoles, 14 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo tercero: ¿Por qué los "famosos" se desviven para ser reconocidos y cuando lo logran, se ocultan tras unas gafas oscuras?
Mi misoginia crónica anda disparada estos días. Sabía yo que comer tantos caramelos de anís sin azucar no podían traer nada bueno.
Dice mi psicólogo de cabecera, ese que trabaja como vidente en un 806, que no me preocupe, que eso es fijo por algún "conflicto-subyacente-que-no-proyecto-adecuadamente", pero que, al fin y al cabo, como lo reconozco, ya tengo medio camino andado.
Y es que la cosa viene de antiguo, ya esos "pozos de sabiduría" que eran los griegos clásicos, tenían la teoría, que también adoptaron en la Europa Medieval y en el Islam, de que los niños se desarrollaban en la parte derecha del útero, que es la más cálida, y las niñas en la izquierda, la parte más fresca, y que esto era algo que les "imprimía" su esencia posterior influyendo decisivamente en su desarrollo como personas: unos cálidos y amables, otras frías y distantes.
Un misógino por excelencia, José Solana, pintor del siglo XIX, tenía una curiosa teoría sobre las mujeres. "Sólo existen tres clases" - decía- "unas son frescas, otras no tienen corazón y las del tercer grupo son unas pesadas".
"!Pero hombre, habrá de todo!", le replicaban sus colegas. "No señor" -insistía él- "Las que se acuestan con todos son unas frescas, las que se acuestan con todos menos con uno no tienen corazón, y las que se acuestan sólo con uno.. esas, esas son unas pesadas".
252. Martes, 13 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo segundo: ¿Por qué en todos los cuentos el rey es un calzonazos y el príncipe un valiente?
Nada más llegar al trabajo, y no "a trabajar" como algunos se empeñan, el jefe, que ayer debió de discutir por un oportuno dolor de cabeza de su mujer (yo si fuera ella también lo tendría), pide un completo informe, ¡con datos y todo!, sobre algo que dice que es "mi" trabajo.
¡Como si uno no tuviera cosas más importantes que hacer!
De pronto, la amígdala, (la de verdad no la "chorrada" esa que te quitan casi de serie), una pequeña estructura cerca de la base del cerebro, se activa y se lía a meter hormonas agresivas en la sangre.
Esta amígdala envía hormonas "peptídicas-neuroactivadoras" al resto del cerebro, que inmediatamente produce un irrefrenable pensamiento: "¿salgo corriendo o mato aquí mismo?"
La hormona petídica activa las glándulas de adrenalina propiciando su desembarco masivo en el torrente sanguíneo, acelerando el ritmo cardiaco e incrementando la presión sanguínea, que traducido, según el diccionario química-español/español-química, quiere decir que te acaban de cabrear de verdad.
El pensamiento de eliminar a alguien gana la partida ampliamente.
Las glándulas de la transpiración se activan, los músculos se endurecen, aparecen ligeros temblores, la sensación de dolor es casi nula, coges aire y sueltas sin pestañear y de corrido eso de, "hoy no puedo, estoy hasta el cuello de trabajo y encima el ordenador no me funciona bien, díselo a Pilar que estaba tomando café y seguro que ella puede hacerlo".
Y uno sale rápidamente, se sienta delante del ordenador y sin perder un momento entra en los "favoritos", que hay demasiadas bitácoras atrasadas que leer como para perder el tiempo con estupideces laborales.
!Señor, señor!, ¡qué pan más amargo este de ganarse el idem con el sudor de la frente!
¡Y todavía martes!
251. Lunes, 12 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo primero: ¿Por qué al increíble Hulk siempre se le rompe toda la ropa excepto, y precisamente, los pantalones?
Tenía yo una "seño" en mis años mozos, aquellos en que los "profesores" eran solo "maestros", que siempre nos insultaba de la misma forma cursi, muy a tono con su imagen de solterona de familia bien, educada en los mejores colegios de la provincia y "enseñante" por obligación al no encontrar a tiempo, marido que pudiera mantenerla como una señora bien de su casa.
Muy digna ella, miraba al techo, cogía aire y de carrerilla y sin creérselo mucho, invocaba al reino animal y nos llamaba "merluzos" y "percebes". Era a lo máximo que podía llegar con sus modales.
De todas formas no que creo yo que ninguno de nosotros, "atilas" de extrarradio y más bastos que un bocadillo de mortadela, quedara traumatizado por aquellas comparaciones.
Pero mira tú por dónde como cambian las cosas, resulta que de insultos nada de nada y, aunque estoy seguro de que ella no lo sabía, lo que estaba haciendo no era sino piropearnos... y piropearnos a lo grande.
Ahí dónde los veis los percebes son los primeros en la lista de seres vivos con el pene más grande y además a gran distancia del resto, les suele medir unos 23 cm. de longitud, lo que supera en más de 38 veces los más o menos 6 mm. que acostumbra a medir su cuerpo.
He echado cuentas solo para hacerme una idea, si yo mido 1,70 m. de altura y resultara o resultase que fuera o fuese un percebe, mi pene mediría casi 11 metros.
¡Y quien soy yo para contradecir a los "maestros"! ¿no?
250. Viernes, 9 enero 2004
Capítulo Ducentésimo quincuagésimo: ¿Por qué siempre que le cuentas a alguien que tienes catarro él también lo tienen y además el suyo es peor?
Y ya que no hay más remedio que tirar hacia delante, empezaremos con una buena dosis de optimista resignación.. que para eso es viernes.
Si la ya, por edad, menopausica Obregón todavía hace papeles de adolescente pija, los demás también tenemos derecho a parecer más jóvenes, incluso aunque ya estemos en un nuevo año.
Primer paso: quitarse de encima todo aquello que pueda hacer que aparentemos más edad, por ejemplo las canas, serán elegantes, aportaran personalidad y demás historias, pero envejecen un "güevo". Con cualquier anticanas de los mismos "Jutecos", asunto solucionado.
Más, arrastrar los pies echa unos cuantos años encima, algo que se puede evitar muy fácilmente fijándose un poco: basta con ponerse derecho, cabeza recta, sacar pecho, meter barriga... y otros cinco años menos.
Y lo más importante: estar convencidos de que todavía nos queda pendiente lo más importante por hacer, que por muy mal que nos vaya hoy, -y volver al trabajo es una de las situaciones más traumáticas por las que puede pasar una persona-, seguro que mañana las cosas serán diferentes. ¡Sobre todo teniendo en cuenta que es sábado!, detalle este muy principal.
Nada como la ilusión para quitarnos unas cuantas décadas.
Al fin y al cabo, las mismas situaciones, afrontadas con optimismo, entusiasmo y una buena dosis de buen humor, se ven de otra manera... y ya que no hay más remedio que seguir adelante...
249. Jueves, 8 enero 2004
Capítulo Ducentésimo cuadragésimo noveno: ¿Por qué al calor se le llama buen tiempo y al frío mal tiempo?
"¡Hale!", ¡venga!, que al invierno no le quedan ni dos "telediarios". Sin darnos cuenta, y en dos patadas, nos metemos otra vez en el verano. Por lo menos por soñar que no quede.
De cabeza al verano, vamos de cabeza a esos días de calor sofocante dónde los catarros por el aire acondicionado se nos pegan como ladillas, de esos chapuzones en las piscinas recalentadas por las meaditas de los bañistas, de ese no poder pegar ojo por las conversaciones nocturnas a grito pelado de los vecinos.
De cabeza al verano , vamos de cabeza a esas canciones con letras de saldo y música pachanguera que son como los villancicos pero en más horteras (incluso), a beber líquidos empalagosos con más de treinta y dos millones de colores simultáneos y algún millón más de no se sabe qué, a comprar helados gigantes, esos de "a euro" la chupada, dónde al final lo único gigante de verdad es el precio, que para eso la foto era "sugerencia-de-presentación".
De cabeza al verano, vamos de cabeza a lo mejor de la moda, a ponerse esas bermudas que dejan ver una pantorrilla medio peluda y blanca, esas camisetas prietas que esculpen perfectamente los michelines, esas incómodas zapatillas que se salen en cada zancada, esos bañadores que ya no los usan ni en el "museo de los horrores", esas gorras..
De cabeza al verano, aunque ahora que lo estoy pensando mejor, tampoco hay tanta prisa.
248. Miércoles, 7 enero 2004
Capítulo Ducentésimo cuadragésimo octavo: ¿A mayor cabeza mayor dolor de cabeza?
Está claro que las "personas humanas" no tenemos límites. Cuando yo mismo pensaba que nada podía superar, durante esos encuentros familiares que llaman navidad, a las interminables sesiones de besuqueos que tíos, primos y demás familia se empeñan en plantarte a traición (y además que se los devuelvas), al grito de "¡hooooolaaa-cuanto-tiempo-¿cuando-te-casas?!", resulta que he comprobado en mis propias carnes que hay algo peor, mucho peor, y encima no es incompatible con lo de los ósculos, es más, sus efectos se suman: que alguno, de entre todos los parientes navideños, tenga una cámara digital.
A saco y sin compasión alguna. Así es como actúan estos verdaderos exaltados de la imagen, les da igual lo que estés haciendo, les da igual que estés meando que sacándote un moco, que tengas la boca llena o que te estés rascando un pié. Ellos, bajo el fanático grito de "!no-importa-... si-se-pueden-borrar!" someten a todo lo que esté a su alrededor, al más feroz de los acosos.
Y encima hay que ponerles buena cara.
Nada ni nadie puede escapar, sólo cuando aparece otro "artista" con las mismas intenciones y con otra cámara en la mano, puede uno relajarse un poco, y mirar divertido como aquello se convierte en una pelea de machos intentando demostrar quien tiene el "aparato" de mejor "calidad" y quien es capaz de usar mejor su correspondiente "instrumento".
Pero poco dura la alegría en la casa del pobre y en cuanto se dan cuenta de que vas a estornudar, dejan las "resoluciones" los "megapilxes" y el "visor ocular réflex con pentaespejo", para volver a la carga e inmortalizarte en ese momento tan "entrañablemente navideño" en el que lanzas trocitos de langostino a diestro y siniestro mientras todos te dicen "jesús" .
Pero la tortura no puede estar completa sin una gran traca final, para eso se enchufa la cámara a la televisión y ya está, ya pueden todos reírse de ti, a todo color, y en pantalla grande, que para eso la tecnología moderna es así. Que si uno ya estaba ridículo en la miniatura esa de la "tft-incorporada", multiplicado por 24 pulgadas para que contar.
Y justo cuando en la foto "DC01212" te vas quedando un pelín "traspuesto", por aquello de la digestión más bien, siempre salta alguien gritando eso de "!mira.. si es Toñito!." Ya ves tú, como si fuera un prodigio que Toñito, un ceporro que no se mueve del sillón ni para mear, estuviera ahí.
247. Lunes, 5 enero 2004
Capítulo Ducentésimo cuadragésimo séptimo: ¿Por qué los Picapiedra celebran la navidad si todavía no existía?
Tardan una eternidad y se van en un suspiro. Se acabaron las vacaciones, ya estoy de vuelta.
Y no hay manera, a pesar del empacho de familia, del "subidón" de colesterol, del azúcar que va a tardar en metabolizarse mínimo seis meses y de la rista de frascos de colonia Farenheit ("que-es-que--no-sabía-que-regalarte-como-no-fumas.."), que me dan para hacerle la competencia a la sección de perfumería del "corteinglés", (y eso que los reyes todavía deben de andar por los Pirineos), lo de tener que venir a trabajar hoy, me ha sentado como un tiro.
Ante todo no perder la calma, siempre es bueno un periodo de "adaptación" y, teniendo en cuenta que mañana es fiesta, no es plan de empezar a trabajar como si me fueran a pagar más por ello.
Al fin y al cabo si durante dos semanas no ha pasado nada, un día más tampoco va a ir a ningún sitio. Además, todos los expertos aseguran que en estos duros trances lo fundamental es cuidarse y no renunciar a los placeres y a los caprichos de golpe.
Por eso hoy, sólo voy a hacer lo básico, empezar por el principio, como debe de ser, con lo elemental, ... la m con la a "ma", y si le colocamos la tilde: "matilde".
Y como sé que alguno no entenderá este afán mío por no tener prisa en retomar mi estresante mi "vida laboral", (que hay gente muy mala), aquí va una pequeña, pero ilustrativa historia. Y que conste que es ninguna manera de buscar disculpas, ya sabéis que no es mi estilo, más bien es la pura y dura realidad.
Dos prisioneros que compartían la misma celda, se enteraron a través del guardián de que por orden del rey, uno de ellos sería castrado y el otro decapitado.
Uno de ellos, más astuto que el otro, empezó a quejarse de inmediato, gritando que le dolían los testículos, que le dolían mucho y que pedía un alivio.
Gritó tan fuerte que el guardián fue corriendo, armado con un sable afilado, y le desembarazó de los dos objetos de su dolor.
El prisionero sufrió muchísimo el resto de la noche, pero en el fondo de sí mismo, estaba contento por haber salvado la cabeza.
A su lado, el otro cautivo dormía profundamente.
Por la mañana el rey los hizo llamar y les anunció que eran libres. Su castigo había sido levantado.
El castrado se lanzó a una serie de imprecaciones y lamentaciones:
!"Mi compañero ha salvado la vida-gritaba- y yo he perdido mis testículos!
-Nunca hay que leer la página cinco antes de la página cuatro -le dijo el rey.
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