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242. Lunes, 15 diciembre 2003



Capítulo Ducentésimo cuadragésimo segundo: ¿Por qué cuando le llaman a alguien por el móvil comienza a dar paseítos como un idiota?



Que la mayoría de los animales, y cuanto más inferiores mejor, se lo "montan" muy bien, es algo que cualquiera que se haya despertado cinco minutos en mitad de la siesta, teniendo la segunda cadena puesta para conciliar el sueño, se habrá dado cuenta.



Sin ir más lejos ahí están las babosas, parecen unos bichos sosos, sin oficio ni beneficio y resulta que son, nada más y nada menos, que hermafroditas, vamos que tienen los dos sexos durante toda la vida, usando una temporada uno y otra temporada otro..



Aunque eso sí, no se autofecundan. Cosa normal, teniendo el doble de oportunidades de ligar no van a perder el tiempo haciéndoselo con "ellos-as mismos-as".



Son muy apañados, realizan el coito colgando de un filamento de "mucus", enroscándose entre sí y emitiendo por su cabeza el órgano copulador con el que intercambian los espermatozoides.



Dicho de otra manera, en ese momento son, literalmente, dos machos copulando. (Uy, ahora que lo pienso, !la de veces que me habré sentido yo "babosa"!)



Sin duda es el mejor momento de su vida, sobre todo si tenemos en cuenta que el resto de su existencia tendrán que ejercer su parte de hembra.