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139. Martes, 17 Junio, 2003



Capítulo Centésimo trigésimo noveno: ¿Cómo sabe un ciego que ha acabado de limpiarse el culo?



Tenía que pasar, tanto hemos dicho todos la frase de "esa mierda de internet", "esta mierda de conexión" que tenía que pasar. Se presentó en el Ideal Home Show, una feria de electrodomésticos de alta tecnología de Londres, ya existe un rollo de papel higiénico con buscador web. Nada mejor que Internet para hacer más amenas las visitas al retrete. Y si a uno le interesa lo que está viendo en la pantalla del rollo, también se puede imprimir, esta vez usando papel del normal. Cada uno da a su culo lo que cree que se merece.



Yo, que he sido, soy y seré pobre y además ya con una edad difícil, empecé limpiándome con el rollo de la marca "El Elefante", un papel de color marrón, (supongo que para disimilar), que venía envuelto con un medio plástico amarillo con un elefante rojo pintado, que, si no hubiera sido tan conocido, más de uno lo hubiera utilizado como papel de envolver regalos, aunque siempre venia bien para empezar a experimentar la televisión en color pegándolo a la pantalla.



Pero quien lo usó, además del color, recordará más "características", su dureza o su "impermeabilidad", que hacía qué, en cuanto se descuidaba uno, los diferentes "líquidos" corrían por el papel, terminando la carrera manos o piernas abajo, toda una incomodidad. Y si además uno se encontraba escocido tras una diarrea, o con almorranas, la capacidad sensorial del culo hacía que te acordaras y no muy respetuosamente, de la familia entera de los dueños de la marca.



Los de ahora son otra historia, extras-suaves, absorbentes, con dos capas, resistentes y hasta precortados. ¿Por cierto?, ¿solo me pasa a mi o el "precorte" es tan pequeño que en cada "uso" hay que gastar media docena?



Creo que me va a salir un post muy largo pero el tema es lo suficientemente delicado para dedicarle tiempo. Elegir un buen papel de culo no se puede hacer a la ligera, hay que seleccionar entre un montón de marcas teniendo en cuenta que, a diferencia de otras compras vitales, aquí no te van a dejar probar antes de elegir y tampoco van a aceptarte la devolución en el caso de que no quedes satisfecho, (ni en el corteinglés te dejan devolver papel del culo usado, !así está el patio!). Siempre queda la opción de ir al retrete del hiper, pero nadie te asegura que haya servicios públicos y de haberlos, nunca serán como los de casa. Por otro lado, no va a quedar muy bien visto presentarse en la caja para pagar y que el paquete de papel de culo esté empezado.



Si existen muchas dudas lo mejor es qué, cuando estemos en el pasillo de los rollos y sin que nadie se dé cuenta, abramos un paquete de cada marca, (digo al menos uno; pero si somos muy desconfiados, debemos probar con más, no sea cosa que solo el que está delante sea el auténtico...) Luego, pasaremos de intentar comprobar la medida que figura en el envoltorio (habrá que confiar un poco en los fabricantes, pero solo un poco, si dicen 74 metros, calculemos que tiene 51 más o menos), para centrarnos en desplegar dos o tres vueltas del rollo y, muy lentamente, pasarlo por nuestra cara, al fin y al cabo sí para la cara es suave seguro que para el culo también. Y no sirve solo probarlo con los dedos, que nuestro tacto suele jugarnos malas pasadas por su insensibilidad.

Eso si, como la educación ante todo, así pues, una vez probados los distintos tipos de papel y luego de haber dado con el indicado para nuestro "cu.... tis", viene el trabajo de ocultar evidencias. Siempre inadvertidamente esconderemos todos los paquetes abiertos y pasarán del primero al último lugar. Escogemos el segundo paquete que ahora habrá pasado a ser el primero y lo introducimos en el carrito. No hay que tomarse esto al pié de la letra, se puede uno llevar más de un paquete.



Es cierto que existen otros detalles más íntimos que también se deben de tomar en cuenta a la hora de decidirse, como por ejemplo cuanta experiencia tiene la mano que va a ejecutar el acto, el método de doblado o plegado de papel, de que lado está puesto el portarrollo, el tamaño del propio baño que nos permitirá maniobrar mejor o peor. También influye y mucho, como sea el asiento donde se va a desarrollar la acción, que dicho asiento no esté suelto o desajustado, que la cisterna de agua, contenga agua, que el botón o cadena funcione a la perfección Siempre es mejor mirar bien y comprobar antes, que uno nunca sabe con qué se puede encontrar.



Para un buen uso, se requiere de mucha muñeca y una habilidad inusual de la que no nos solemos dar cuenta, es de esas pocas cosas que hacemos a diario donde no se puede explotar el sentido de la vista en cambio es preponderante el del tacto mientras que el del olfato actuará de forma indirecta.



Ya paro que si me pongo a escribir sobre el "olfato" y derivados en relación con este tema podíamos no acabar nunca. Como en tantas cosas los orientales son más serios para estas cosas, ellos ni tan siquiera saben lo que es el papel del culo, unos genios, eso es lo que son, unos genios afortunados que se evitan la discusión casi diaria que mantenemos el resto de la humanidad sobre quien ha acabado el rollo y no lo ha repuesto.