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  099. Jueves, 24 Abril, 2003

Capítulo Nonagésimo noveno: ¿Cepillarse a una zorra es zoofilia?


Ya he vuelto al trabajo, con calma, con mucha calma, si hay algo claro es que no conviene abusar de estas cosas en los primeros días, cuestión de salud; El impacto de sentirse fuera de las vacaciones puede provocar una sensación de debilidad que altere mi sistema nervioso. La transición debe de hacerse muy lentamente, cualquier cambio brusco podría suponer problemas y la salud es lo primero.

Parece que va a ser un día muy largo, solo me he bebido un café y resulta que ya he contaminado un río, acabo de leer que beber café es la primera causa de contaminación, dice una de esas revistas científicas que dejamos por término medio en cada taza una décima parte del café sin beber y que la cafeina, compuesto químico estable donde los haya, acaba en los ríos contaminándolos. Me veo a los ecologistas pasándose en masa al ?descafeinado-de-máquina-con-leche-templada?.

De todas formas el café no ha solucionado mi narcolepsia persistente, en esta dura transición que supone la primera toma de contacto laboral estaba pensando en algo más fuerte, no sé, un viaje astral por ejemplo, la idea es buena, puedo seguir de viaje y además estar sentado en el despacho; El problema es que por más libros que he leído del asunto no solo no he logrado ver la famosa luz al final el túnel, sino que, ni tan siquiera me he podido despegar del suelo, un desastre.

Siempre queda pegarle a un batido de alucinógenos con sabor a ketamina pero tiene el riesgo de que se me va vaya la mano y en vez de volar me ponga a trabajar sin parar y como un loco hasta el domingo por la tarde. A ver quien es capaz de atreverse a usarlo con semejantes efectos secundarios.

Anda y mañana el capítulo cien, pues nada buscaré algo que tenga cien cosas y lo celebramos juntos ala.