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  098. Miércoles, 23 Abril, 2003

Capítulo Nonagésimo octavo: Si te cortas en el Polo Norte. ¿Tiritas?

Si hay algo que demuestre la ley de la relatividad son los días de vacaciones, ¿de verdad tienen 24 horas o son 24 minutos?; Por la velocidad con la que se pasan cualquier fórmula de Einstein sobra, la práctica cae por su propio peso.

Mientras me bajo el correo acumulado de estos tres días sigo quedándome con los ojos a cuadros cada vez que me doy una vuelta por esos diarios de dios, salto de página en página y me da rabia pensar que hay otros millones de emociones que me voy a perder; ¡Tantos sentimientos que leer y tan poco tiempo!.

La casualidad me lleva a diarios escondidos a los que me gustaría poner cara; En el palacio de la carne solo alguien extraño puede escribir cosas como: ?Hay algo en la fantasía de ser penetrado. No puedo explicarlo. Es algo muy fuerte, del orden de la muerte. Un recuerdo. Un libro de mi infancia que contaba una historia en el antiguo Egipto. Una frase contaba que habían sido empalados miles de ¿soldados enemigos? Sólo recuerdo que volvía sobre esa frase obstinadamente. Excitaba algo adentro mío, mucho antes de que tuviera claras las ideas sobre sexo y mucho menos sexo anal. Un amigo dice que el sexo anal "pasivo" es una forma de masoquismo, básicamente por la humillación. ¿Por qué decimos penetración y no absorción??

Cada obsesión es un mundo, lo que unos no se han planteado en su vida, para otros es una auténtica pesadilla; En diario de un gordo su lucha por contar calorías va paralela a su fuerza de voluntad exhibiendo una foto orgulloso de sus cien kilos, una buena manera de demostrar que no hay logro imposible si uno se enfrenta a el, para ejemplo de los que nos rendimos ante cualquier cosa ; En los días oscuros la historia recorre una estupidez en forma de secta; En sombra aquí y sombra allá el protagonismo se lo llevan los descubrimientos tardíos con la postadolescencia de decorado solitario.

Hay quien incluso juega al ajedrez con dios, como que pico tiene la pepa a la vez que devora sus propios sentimientos: ?Me he comprado 250 gr de autoestima cortada en lonchas finas, las he puesto en un plato, y en el centro un puñadito de almendras saladas. Me he servido vino y aquí estoy, que se me caen las lágrimas de felicidad cada vez que intento comer un poco?; O a quien a golpe de humor recoge como un niño griego que tuvo la desgracia de nacer sin brazos ni piernas tienen que escribir su diario a golpes de pene: niño griego.

Mañana vuelta a la normalidad, a primera hora otra vez aquí.