-   


  

  069. Miércoles, 5 Marzo, 2003

Capítulo Sexagésimo noveno: ¿Cómo pueden saber los ciegos si ya terminaron de limpiarse cuando van a al retrete?

A mi me retiraron ya hace unos cuantos años de la circulación, pero todavía tengo amigos que buscan desesperadamente algo parecido a un chulo, del que puedan hacer un proyecto de compañero futuro con aspiraciones a príncipe azul.

La búsqueda, quizá porqué esta edad es muy mala, es general, aunque unos lo llevan peor que otros, alguno se toma la vida como una aventura de ligue sin preocuparse demasiado del día después concienciado ya de lo difícil que es establecer una relación un poco más seria. Otros en cambio, son capaces de humillarse como perros después de la primera y, generalmente única noche, proclamando a los cuatro vientos que por fin ha encontrado el amor de su vida para, unos cuantos días después gritar a quien quiere oírle que todos los hombres son iguales.

Y es qué es bastante más fácil de lo que parece pasar de una noche romántica con alguien de ligero parecido al bradpitt a, el día después, donde el mismo ya se parece bastante más al primo macarra de torrente. La noche confunde mucho y a muchos, claro que el día también.