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  Miércoles , 11 diciembre, 2002

¿Porqué cuando las madres tienen frío abrigan a sus hijos?

Los papeles se me están amontonando, por más que estemos en la época del disco duro de varios “cienes” de gigas, a mi los papeles se me siguen multiplicando como los panes y los peces, y apenas me da tiempo a clasificarlos en montoncitos coronados por esos mocos amarillos que se pegan y se despegan con la misma facilidad que la obregón cambia de novio.

No existe ninguna formula infalible para que no se multipliquen, pero si hay maneras más o menos eficaces para que no se desborden; Quizá la más efectiva sea la de dejarlos en reposo, si en general el reposo es bueno para casi todo, en el caso de la acumulación de papeles es especialmente efectivo. Todos hemos hecho la prueba, por cada informe que se entregue o por cada formulario que se conteste, aparecerán irremediablemente y en muy poco tiempo tres o cuatro “memorandums”, dos “dudas razonables” o seis “peticiones-de-aclaración” que a su vez habrá que contestar por lo que, a no ser que en algún momento se aplique un certero cortafuegos, la invasión crece en progresión geométrica de una forma expectacular.

Si en cambio los dejas quietecitos, todo se mantendrá en un sutil equilibrio, lo que de verdad es importante –suponiendo que ese concepto sea real- acabará por destacar de una forma o de otra mientras todos los demás papeles simplemente cumplirán su ciclo antes de que sean enviados a eso que debe de existir pero que nadie a visto y que llaman muy pomposamente, el “archivo histórico”, eso si antes no se archivan en la “p”,.. de papelera, claro.