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  Miércoles, 27 noviembre, 2002

¿Es la naturaleza sabia o podremos comer hasta reventar?

Ahora resulta, bueno ahora me entero yo, que supongo que siempre habrá sido así, que las termitas, chinches, hormigas, o incluso las cucarachas no solo son comestibles, que eso ya lo sabíamos por los documentales de la dos que tanto nos ayudan en la siesta, sino que además su carne es tan sana y nutritiva que la de vaca o la de pollo.

Si esto es verdad y no solo algo que se inventó el becario que lleva la sección de curiosidades para llamar la atención, lo del hambre en el mundo empezaría a no tener mucha explicación porqué otra cosa no, pero el número de cucarachas, chinches y demás animalitos presuntamente proteicos, están en un número que aumenta de forma directamente proporcional a la hambruna del país, con lo cual la cosa está clara; Y aquí no valen los remilgos del asco y eso, en situaciones de emergencia uno se come hasta a su vecino y sino que se lo pregunten a los supervivientes aquellos de los Andes.

Además tampoco parece que tenga mucho que ver la existencia de agua o vegetaciones varias, que todos sabemos como las cucarachas pueden vivir sin ver una sola planta en su corta vida... eso si, los que peor lo pasarían iban a ser los vegetarianos, suponiendo que exista alguno por esos lares, aunque me imagino que aplicando el refrán de “a buen hambre no hay pan duro” acabarían por inventarse la teoría de qué comer insectos no es convertirse en carnívoro sino más bien “insectívoro” con lo que sus conciencias quedarían satisfechas y sus estómagos un poco más llenos. Ya sabemos que el hombre es una animal muy adaptable, especialmente si le interesa.

Lo reconozco, hay días que la desesperación me lleva a decir tonterías como las anteriores, leyéndolas me doy cuenta de como trabajar, perdón, estar en el trabajo, es uno de los factores de riesgos mas evidentes y peligrosos para el equilibrio emocional y la salud mental.