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Viernes, 29 noviembre, 2002
¿ Qué se puede esperar de un día que comienza con tener que levantarse?
Hay cosas, que por muy cotidianas que sean a uno le cuesta imaginarse que los demás las hagan, por ejemplo, y a costa de ponerme escatológico: cagar. Es evidente que todo el mundo caga, pero si damos una mirada por las personas que normalmente tratamos o conocemos, en la mayoría de los casos se nos hace difícil imaginarnos en esa postura que, al contrario de la de parir o la de mear, no distingue ni de sexos ni de religiones.
La verdad es qué la palabra no acompaña, por muy española de diccionario purista que sea, cagar suena mal, ni tan siquiera está en el corrector ortográfico del word y eso que es de la última versión, claro que algo aún más habitual como es mear tampoco aparece, ¿Alguien “micciona”?.
Siempre me acordaré de mi profesor de Patología, que de una manera que rozaba la crueldad, se ponía rojo de ira cuando en las prácticas algún alumno cursi aprendiz de anamnesis, le soltaba a los pacientes un montón de eufemismos con la única intención de preguntarle si cagaba bien, pregunta elemental y obligatoria en cualquier reconocimiento; El paciente, que jamás en su vida había defecado, pero que si cagaba perfectamente solo se atrevía a balbucear que si eso era grave mientras el profesor gritaba desesperadamente sobre que lo primero para acercarse al paciente es hacerse entender, y cagar es cagar en todas las partes.
Jueves, 28 noviembre, 2002
Nadie domina mejor el lenguaje que quien mantiene la boca cerrada
Ayer tuvimos una reunión para , según la convocatoria, “valorar los puestos de trabajo”, los psicólogos que lo invaden todo; Son los nuevos sastres del cuento aquel donde nadie se atrevía a decirle al emperador que no llevaba traje después de que ellos se encargaran de vender que solo los listos y modernos podían verlo.
No es la primera vez que nos cazan, suele pasar un par de veces al año cuando algún amigo de quien decide estas cosas crea un programa informático repleto de gráficos naif y casillas que uno debe marcar como si de ello dependiera el futuro de la humanidad.
Aunque todos sabemos que ni tan siquiera lo leen, siempre tragamos sin rechistar la hora y media larga de explicaciones sobre lo importante que es pensar cada respuesta y como hacerlo correctamente; En la práctica simplemente hay que poner crucecitas en unas casillas pero no sería politicamente correcto si no se adornara todo con “gestiones globales”, “establecimiento de directrices” y otras frases comodín sacadas de “como hablar cuatro horas sin decir nada”
De todas formas hay que reconocer que queda bien, nos hace sentir modernos y además ampliamos el vocabulario técnico y eso siempre es bueno para moverse por la vida; Además esta vez ha sido la reunión a la que más gente ha asistido y estoy completamente seguro de que no tenía nada que ver con que fuera la primera a la que asistía la flamante nueva subdirectora, ascendida desde las tareas administrativas por un romántico calentón con el jefe que todavía dura.
Es el amor que rompe barreras.
Miércoles, 27 noviembre, 2002
¿Es la naturaleza sabia o podremos comer hasta reventar?
Ahora resulta, bueno ahora me entero yo, que supongo que siempre habrá sido así, que las termitas, chinches, hormigas, o incluso las cucarachas no solo son comestibles, que eso ya lo sabíamos por los documentales de la dos que tanto nos ayudan en la siesta, sino que además su carne es tan sana y nutritiva que la de vaca o la de pollo.
Si esto es verdad y no solo algo que se inventó el becario que lleva la sección de curiosidades para llamar la atención, lo del hambre en el mundo empezaría a no tener mucha explicación porqué otra cosa no, pero el número de cucarachas, chinches y demás animalitos presuntamente proteicos, están en un número que aumenta de forma directamente proporcional a la hambruna del país, con lo cual la cosa está clara; Y aquí no valen los remilgos del asco y eso, en situaciones de emergencia uno se come hasta a su vecino y sino que se lo pregunten a los supervivientes aquellos de los Andes.
Además tampoco parece que tenga mucho que ver la existencia de agua o vegetaciones varias, que todos sabemos como las cucarachas pueden vivir sin ver una sola planta en su corta vida... eso si, los que peor lo pasarían iban a ser los vegetarianos, suponiendo que exista alguno por esos lares, aunque me imagino que aplicando el refrán de “a buen hambre no hay pan duro” acabarían por inventarse la teoría de qué comer insectos no es convertirse en carnívoro sino más bien “insectívoro” con lo que sus conciencias quedarían satisfechas y sus estómagos un poco más llenos. Ya sabemos que el hombre es una animal muy adaptable, especialmente si le interesa.
Lo reconozco, hay días que la desesperación me lleva a decir tonterías como las anteriores, leyéndolas me doy cuenta de como trabajar, perdón, estar en el trabajo, es uno de los factores de riesgos mas evidentes y peligrosos para el equilibrio emocional y la salud mental.
Martes, 26 noviembre, 2002
Cita siempre errores propios antes de referirte a los ajenos. Así nunca parecerá que presumas (Noel Claraso).
Anoche me quede viendo una película de miedo, no suelo ver películas en la televisión, soy incapaz de mantener la atención en un anuncio de veinte segundos, como para mantenerme quieto durante hora y media, pero de vez en cuando, me pasan estas cosas, debe de ser la edad.
La conclusión después de ver psicópatas asesinos con chalecos antibalas en mitad de miles de anuncios de juguetes y turrones fue hacer una disquisición filosófica, -quizá fuera el hambre-, acerca de lo mucho que se parecen los protagonistas de estas películas a los que escribimos y hablamos, no hay nada más tonto en cualquiera de estas tres cosas que pasarse de listo.
Saber como llegué a tan extraña consecuencia partiendo del fantasma de un cirujano loco experimentado en la anestesia sin dolor que terminaba literalmente absorbido por sus pacientes no era cosa fácil, y como todas las cosas que no son fáciles acabó por diluirse en la cabeza sin mayor problemas, digo que pasé de entender como llegué a esa conclusión, no a la conclusión en sí, al fin y al cabo como decía Noel Claraso ¡!!!para cuando una reivindicación de gente como él a pesar de que no muriera en la guerra!!!: “cada uno tiene su carácter, aunque no lo ejerza”.
Además, me acabé enfadando; En un momento de la película el pelo de uno de los protagonistas se puso blanco de repente, la situación de ver como un muerto que no era tal te agarra por el cuello no era mala justificación para tan repentino cambio capilar de color, pero a mi siempre me contaron que para que el pelo cambie de color de forma natural –lo de los tintes es otra historia- se necesitan por lo menos 10 días, la cosa no tendría mas importancia, al fin y al cabo era solo una película y fijándose en los decorados, no de gran presupuesto precisamente, pero me fastidió, debía de tener la noche boba.
Lunes, 25 Noviembre, 2002
¿Habrá sueños que no dejen dormir?
Nunca he entendido porqué hay que trabajar, ir al trabajo quiero decir, cinco días a la semana y en cambio descansar solo dos, o lo que es bastante más sangrante que tengamos que trabajar, estar en el trabajo, once meses y solo tener uno de vacaciones. ¿Que pasaría si fuera al revés?, ¿nos lo iban a admitir como hacemos nosotros que nunca decimos nada?; Como mínimo, y siendo completamente razonables debería de ser seis meses de trabajo y seis de vacaciones, ni para ellos ni para nosotros, una cosa intermedia, una cosa justa.
Hay que tener paciencia, al final, por mucho que les pese llegarán a ello, sé que no lo veré yo, pero acabará llegando igual que llego la abolición de la esclavitud, las cosas lógicas se caen por su propio peso y lo que es evidente, a pesar de que no les convenga a unos cuantos, siempre se acaba imponiendo.
Son cosas de la civilización, al fin y al cabo ya estamos en el siglo ventiuno, anda y además ahora que me doy cuenta, al ladito de la navidad.. ay!! la navidad, estarán a punto de caer ese montón de frases hechas, la verdad es que lo de la navidad da mucho juego, a favor y en contra, es de esos temas donde uno puede quejarse poeticamente y parecer “moderno” o ensalzarle muy adornadamente sin parecer demasiado “cursi”.. y que conste que solo he dicho “demasiado” .
Que no, que no me voy a quejar de las luces, de los adornos o del espíritu de campanillas forzosas al son de los villancicos, ya habrá quien lo haga, que de esos no faltan, son, a ver como lo diría yo para no parecer muy cruel, esos que necesitan llamar la atención y que creen que lo logran llevándole la contraría a la mayoría.. que es una forma como otra cualquiera de destacar.. Al fin y al cabo, todos sufrimos y disfrutamos de las navidades entendidas como fiestas, así que nadie nos tiene que explicar lo malo que es lo del consumismo, lo de la alegría familiar o lo de los regalos inútiles.
Además estoy seguro que los que más sueltan los ensayos pseudofilosóficos acerca de lo mal que lo pasan en navidades y lo mucho que las odian, son los que más las disfrutan, suele pasar con casi todo.
Viernes, 22 noviembre 2002
¿Las cosas caen por la gravedad o por su propio peso?
Hoy se me está haciendo especialmente pesado el trabajo, bueno, vamos a hablar con propiedad, debería de decir que se me está haciendo pesado el tiempo que tengo que estar en el trabajo. La teoría de la relatividad y todo eso, el tiempo pasando a la velocidad con la que se aparea el caracol. el aburrimiento con hora de entrada y salida.
Para matar el tiempo –la expresión ahora que me doy cuenta se las trae.. matar!!, podría llamar a una vieja amiga a quien le debo una llamada desde que me felicitó muy efusivamente en mi cumpleaños y a la que no veo hace siglos, es curioso, siempre se acuerdan mejor del cumpleaños de uno aquellos a los que hace un siglo que no ves y en cambio tienes que hacer publicidad intensiva con mensajes subliminales acerca de los regalos que te interesan con la gente a la que ves todos los días, yo creo que es cosa de esas agendas electrónicas en las que acabas metido sin tu permiso y que la gente con la que tratas de una manera habitual, por aquello de que te ven continuamente, no consideran elegante ponerte en el menú de “aniversarios” y similares.. ellos se acordarán sin necesidad de ser avisados.. lo de la confianza el asco y eso, así les va.. y nos va.
Pero tampoco tengo ganas de llamarla, al fin y al cabo la conversación podía ser la grabada de la última vez y no notar ninguna diferencia, preguntas que tal todo, te pregunta que tal todo y empieza una divagación tipo partido de ping pong sobre lo bien que nos conservamos ambos- ventajas de no verse- lo complicado que tenemos ambos vernos –la familia, los hijos, la fabrica y cualquier otra disculpa ajena !!por supuesto!! a las ganas de encontrarse que son, !!por supuesto!! inmensas, y acabar recordando los viejos tiempos, tan suficientemente viejos como para adornarlos al gusto con la confianza de que el otro asentirá sin rechistar cualquier detalle directamente proporcional a la imaginación del día.
Y es llegado a este punto cuando a veces aparecen pensamientos de esos que dan miedo, de esos en los que uno se plantea seriamente si la salud mental propia está dentro de unos parámetros de normalidad, de esos que a uno le hacen replantearse pedir una baja urgente por locura transitoria, o peor.. definitiva.. porqué es llegado a este punto cuando, aunque sea de una manera fugaz te asaltan pensamientos del tipo ¿se pasará más deprisa el tiempo si me pongo a trabajar?.. ¿se reducirá el aburrimiento si empiezo a leer los papeles que se me están acumulando?. Sí, es solo un momento, pero la sensación de que algo se está derrumbando después de mantener unos principios constante a lo largo de toda la vida, golpea de una manera cruel en la integridad que uno intenta mantener.
Suele ser solo un momento, también es verdad, y al fin y al cabo se puede achacar a las debilidades humanas que todos llegamos a padecer en algún momento de nuestra vida, sin embargo es demasiado cruel, demasiado terrorífico para que uno se encuentre de golpe con el retorcido pensamiento de que quizá trabajando podía disminuir el aburrimiento, hay momentos en la vida de cualquier persona donde la cabeza es la más cruel enemiga de uno mismo.
Jueves, 21 Noviembre 2002
¿Habrá en la carrera de psicología una asignatura que se llame: “A su hijo lo que le pasa es qué es muy listo pero un poco vago?
La tontería de que la televisión debe de ser ante todo educativa nunca la he logrado comprender, la televisión es diversión y como tal no puede hacer algo que por definición es aburrido como educar. Ocho horas trabajando, ocho horas durmiendo.. al fin y al cabo solo nos queda un tercio de cada día para poder hacer lo que queramos y eso seguro que no es que se pongan a educarnos con programas coñazos sobre las intenciones estructurales del autor de un tratado de filosofía autobiográfica, por mucho que el escritor publique en una editorial que, casualmente, es de la misma propiedad que la cadena de televisión que intenta convencernos de la exquisitez, elegancia y conciencia social que se han reflejado en el libro en cuestión.
Bueno, pues igual que muchos piensan que la televisión debe de ser educativa, hay otros que, en un sano ejercicio de justicia equitativa, piensan que el trabajo puede llegar a ser también diversión. Así, los cimientos más fuertes de la microsociedad laboral en la que me veo obligatoriamente sumergido cada día, han temblado al conocer el rumor de que el jefe se ha liado con una de las empleadas. Diversión asociada al trabajo no solo para ellos sino para todos los que tendrán que contar durante semanas las mil y una pruebas que, sin ninguna duda, empezaran a aparecer como las setas en otoño.
Eso sí, a partir de ahora cualquier movimiento de cualquiera de ellos dos será estudiado con lupa y las conclusiones diarias plasmadas en corrillos de debates que subirán de temperatura con las aportaciones de cada fisgón. En el fondo a ninguno de nosotros nos interesa lo más mínimo lo que hagan, estas cosas solo le importan de verdad a ellos y, si acaso, a sus respectivos, pero la rutina queda machacada que es de lo que se trataba.. a veces el trabajo es como la televisión, no educará pero es entretenido.. la pena es que solo sea a veces.
Al final todo quedará en nada, y pasará como cuando acaba una buena película, te queda el regusto pero sabes que todo es pura ficción y que se trataba de pasar un rato agradable y de esperar al siguiente, al fin y al cabo estas cosas de los rumores es lo que tienen, tampoco vamos a sacar punta porque a la pobre chica la acaban de ascender de administrativo a subdirectora.. casualidades como es se dan todos los días.. ¿o no?.
Miércoles, 20 Noviembre 2002
¿Pero al final el tamaño importaba?
Lo de que el tiempo se relativiza hasta hacerse eterno durante las horas que uno está en el trabajo puede que no le ocurra a todo el mundo, que ya sabemos la gente tan rara que pulula por la vida, sin embargo hay otra manera de demostrar la teoría de la relatividad de Einstein de una forma práctica y universal, lo de universal no lo digo en plan mayestático y eso, sino simplemente porque le acaba pasando a todo el mundo.. y sino al tiempo.
Vamos a ver, una de las dos cosas, o los años cada vez duran menos o empiezan a pasar a una velocidad que aumenta de forma directamente proporcional a los cumpleaños que uno va dejando atrás. La cosa no admite mucha duda, si tenemos claro que un año siempre son trescientos sesenta y cinco días, más o menos, pero nos ataca la sensación de que cada año es irremediablemente más corto que el anterior porqué tarda mucho menos que él en pasarse, la teoría de la relatividad se demuestra en toda su crudeza, el tiempo pasa mucho más deprisa cuanto más viejo es uno.
Por cierto, como esta norma es universal, general y fácilmente comprensible para cualquiera que pase de los “ventipocos”, podríamos llegar a un acuerdo de buena voluntad que no debería de tener mucha oposición, bastaría con qué, a partir de cierta edad los años fueran durando más, por poner un ejemplo, si a los dieciocho un año dura una año y la sensación es de haber vivido un año, a los cincuenta, el año podía durar año y medio.. al fin y al cabo la sensación de haber vivido un determinado periodo de tiempo sería la misma .. y de todas las formas todo el mundo dice que el tamaño no importa, o por lo menos importa menos que las sensaciones.. ¿o eso era en otras circunstancias?.
Y, a lo que de verdad me interesa, si esa norma que cualquiera puede entender y aprobar, se pudiera también aplicar a las horas que uno pasa en el trabajo, la cosa sería aún mejor; Así, por el mismo sistema, si una media hora de trabajo, o de presencia en él para ser más exactos, se hace eterna y equivale, por lo menos a seis o siete horas de vida.. la conclusión está clara.. cada uno debería estar en su sitio de trabajo las ocho horas que le correspondan pero, sabiendo ya esa relatividad del tiempo, no se deberían de medir por un reloj sino por la sensación de haber estado esas ocho horas.
Martes, 19 noviembre 2002
¿Habrá vida inteligente dentro de la vida inteligente?
De toda la vida devoro cualquier cosa con letras que cae en mis manos, da igual un sesudo suplemento sobre economía internacional en papel salmón lleno de anuncios de pisos que cualquier revista atrasada donde Isabel Preysler sigue siendo la mujer más elegante aunque no se sepa de qué. La cosa viene de lejos, ya decía mi abuela que no leyera tanto que eso no podía ser bueno para los ojos.. claro que alguien que mantenía la teoría de que bañarse varias veces al mes no era precisamente un sinónimo de limpieza sino de que uno se manchaba más de lo que debía, tampoco parecía la más indicada para hablar sobre el asunto.
El caso es que mientras todos se tiraban a por el bocadillo de turno, a mi siempre me interesó más el papel de periódico con el que estaba envuelto y en esas sigo, no se trata de intentar entender todo lo que uno lee, ni tan siquiera de ponerse a leer con detalle artículos gloriosos sobre la evolución de la eterna guerra entre judios y palestinos, pero cada vez que pasa uno una hoja, aunque sea de algo en lo que soy completamente negado como la sección deportiva, la sorpresa está asegurada, titulares, fotos, anuncios, siempre es distinto, siempre es nuevo, aunque hablen de lo mismo por enésima vez, aunque los titulares sean sospechosamente parecidos al artículo que en la misma pagina aparecía ayer.. pero no es igual.
Todo esto venia a que he leído, aunque no se donde ni a santo de qué, algo así como existe un arte, de alguna manera tendré que llamarle, que intenta conocer la belleza, según sus creadores “imperfecta” que tienen algunas cosas habituales y que por eso se convierten en únicas, el “wabi sabi” se llamaba; Naturalmente solo puede ser un invento de los japoneses, estas cosas siempre son un invento de los orientales que son los que le dan el barniz de credibilidad a lo exótico, si alguien de Albacete intenta explicar lo bello que puede llegar a ser un cubo de basura repleto de desperdicios por su condición de “elemento único” , tendrá suerte si, al menos, acaba en algún programa de “crónicas marcianas”.
Pero como la cosa es oriental pues todo cambia, eso sí, hay que adornarlo con lo de “ciencia milenaria” o “búsqueda del interior” y a poder ser que exista alguna reseña en el cosmopolitan o en algún suplemento dominical al lado de los restaurantes esos que siempre recomiendan aquellos que comen gratis en ellos, si se logra eso ya tenemos una tendencia “in” que abrazarán rapidamente todos aquellos que esperan ansiosamente el apartado de “ideas para estar a la última” y poder decir a sus amistades que ellos ya lo practicaban antes de salir publicado.. !faltaría!.
Bueno el caso es que tendré que esperar a que algún amigo de esos me lo explique porqué la verdad es que no me enteré de nada de lo que leí, tampoco eso es una cosa nueva teniendo en cuenta que me pierdo hasta cuando intento ver tómbola, sí, veo tómbola, soy “tomboladicto”, ya me explayaré sobre el mejor programa de televisión del siglo –uy!!! a ver si se me va a notar mucho que quiero ir aunque sea de público-, pero la verdad, buscar las imperfecciones de las cosas que nos rodean para establecer un tratado sobre sus ventajas al ser únicas, está, como poco, cogido por los pelos.. claro que lo dejaremos al beneficio de la duda, al fin y al cabo está claro que no me puede gustar “tombola” y comprender los grandes problemas de la mente humana.. ambas cosas son claramente incompatibles.
Lunes, 18 de noviembre, 2002
¿Dentro de los actos impuros no está trabajar?
A pesar de mi fama de vago ganada a pulso a lo largo de los años, de vez en cuando trabajo, vale, lo justo, lo imprescindible y solo por dinero.. pero trabajo.
Cada mañana nada más levantarme empieza la labor de mentalización, es un ejercicio muy sano que recomiendan todos los psicólogos –argentinos o no- antes de cualquier trauma que sabes que está al caer. Mentalizarse, esa es la clave para enfrentarse a la ley de la jungla que te espera durante el día, el problema es que nadie sabe que es eso de la mentalización y claro cada uno lo interpreta a su manera aunque, eso sí, el resultado es siempre el mismo, no sirve de nada; Bueno no exactamente de nada, cuando empezé a trabajar y en una de mis primeras “mentalizaciones” entendí ¡por fin! a que se refería aquel cura gordito cuando durante las interminables sesiones de catequesis nos repetía machaconamente que el mundo era un valle de lagrimas.
Un valle de lagrimas.. ale! lo soltaba así y se quedaba más ancho que largo, bueno más bien no se “quedaba” sino que “era” más ancho que largo, y claro uno con seis o siete años no se podía permitir el lujo de preguntar lo que no entendía porque corría el riesgo de acabar mucho más liado, que en eso ya tenía práctica, no hacia ni una semana que con los mandamientos a cuestas se me ocurrió preguntar que era aquello de “no cometerás actos impuros” y la respuesta fue clara y rotunda, “pues que no fornicarás”, me dejó igual que si me hubiera leído de corrido un tratado de filosofía griega en arameo, pero por la cara que empezaba a poner recogí velas y me dí por mas que satisfecho de la explicación.
De todas formas tampoco hay que ponerse tan drásticos, hay gente que dice que le gusta- recalcando lo de “dice”- e incluso quien hace apología de él tratandolo de tu a tu como una manera de santificar o dignificar a la persona, bueno siempre hay que partir del respeto a todas las creencias desde el momento que hasta las cosas más extrañas tienen su público, al fin y al cabo masoquistas han existido siempre.
Uy!! hablando de masoquismo, creo que su definición es algo así como la gente que goza con el dolor de una manera buscada y voluntaria, y yo tengo una duda existencial aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que en el mismo parrafo se me ha mezclado la religión y el masoquismo. A lo mejor es solo una empanada mental mía pero eso ¿de que los misioneros escapen voluntariamente a cualquier país con cuanta más miseria mejor para poder alcanzar el gozo y la gloria eterna no suena a buscar el dolor para obtener placer?. Creo que me vuelto a ir por donde no debia.
Viernes 15 de noviembre, 2002
La solución al tráfico: ¿Podía el ayuntamiento pagar a alguien para que empezara a cruzar los pasos de peatones?
Hoy he discutido, pero discutir, discutir, es de las pocas cosas buenas que tiene haber pasado la adolescencia.. bueno varias adolescencias las cosas como son. Pero a lo que iba, que hay cosas que solo se puede uno permitir si sabes que el futuro lo tienes más o menos resuelto y una de esas, que para que negarlo, la busco, es perder los nervios en una discusión.
Bien mirado la verdad es que el motivo es lo de menos, lo del motivo no es más que un punto de partida, una disculpa, de hecho a los dos o tres minutos ni te acuerdas de que va la guerra, pero tampoco importa mucho. Lo primero es buscar una causa justa eso si, bueno no es que sea imprescindible pero si ayuda mucho a que parezca que tu monumental enfado está basado en una realidad incuestionable, además como sacarán una y mil veces el famoso argumento de que pierdes la razón por las formas, lo ideal es tener esa razón.
Mis discusiones preferidas son en los pasos de peatones, no es que los busque, pero tiene cierto morbo empezar a pasar por uno cuando se acerca un coche más o menos deprisa sin intención alguna de parar, el simple hecho de que el conductor adivine tus intenciones de cruzar hace que acelere y que uno mentalmente calcule la mejor manera de hacerle parar unos metros antes y despotricar histericamente sobre la velocidad que llevaba y el riesgo tan enorme que me ha hecho correr.. ¡y en un paso de peatones!.. La idea de Matt Groening en boca de Homer Simpson sobre lo bien que iría la circulación si todos los semáforos estuvieran en ambar, en vista de como aceleran los conductores cuando aparece ese color se podía aplicar a peatones intentando cruzar la calle.. la idea es gratis.
Pero como siempre me voy del tema, decía que hoy he discutido pero nada que ver con un paso de peatones, no sé si resumir mucho la cosa, entrar en detalles serían varios folios pero contado por encima perdería casi toda la gracia. Dicho de una forma concisa lo primero es meterse en situación, alguien del trabajo le ha dicho al jefe que los colaboradores más directos-sin mencionar nombres por supuesto- están hartos de el; El rebote de el jefe es más que evidente y en una minicumbre –estos términos de la nueva economía quedan de lujo- nos lo suelta muy enfadado, el siguiente paso después de negarlo en rotundo uno por uno es ir a buscar al susodicho chivato para que lo diga delante de nosotros y por supuesto, al ver su juego descubierto empiezan las disculpas y las loas en una manera de recoger cable que por otra parte y ahora que no nos lee nadie, es muy humana.
“No era por vosotros”, con esa frase intentaba quitarnos de en medio, pero el motivo era lo de menos, había una causa, era más o menos justa, y el responsable estaba enfrente, las condiciones ideales para poder perder las formas, las condiciones ideales para desplegar toda la artillería salpicando cada gesto, más teatral que real, con insultos de esos que todo el mundo comprende que grites cuando se cree que estás cabreado, sí, porqué es curioso, hay una ristra de insultos que aunque los sueltes nadie te dice aquello de que le estas faltando al respeto y sin embargo se lo estás faltando igual, llamar a alguien “estupido” en una discusión suele pasar desapercibido si creen que tienes razón, sin embargo le dices “hijo de puta” y se enfadan.. ya ves tu que cosas porqué mirandolo bien ni ser hijo ni ser puta es nada ofensivo.. y si ninguna de las dos cosas es mala no veo yo porqué juntas.. pero bueno eso es otro tema.
Lo evidente es lo bien que se queda uno, hombre también depende de la habilidad del contrario, en eso como en todo hay clases, claro que es un problema adivinar la capacidad de verborrea del contrario la mayoría de las veces. Aunque para esto siempre hay pruebas más o menos sencillas que por lo menos nos hacen hacernos una idea de con quien nos la estamos jugando, así cuando, por ejemplo, en el comienzo de la batalla le dices algo y el te contesta que eso no es así y tu a su vez empiezas el discurso de “¿me estas llamando mentiroso?, su forma de reaccionar es todo un síntoma claro, alguien no muy ducho en estas historias se descuadra y empieza a balbucear.. mal contrincante nos ha tocado.
Ya me he perdido... ah! sí solo quería protestar contra eso de que quien pierde las formas pierde la razón. oiga usted, pues no, puedes perder las formas y seguir con toda la razón del mundo y al contrario, que una discusión es una discusión y lo de las buenas maneras se queda para el anuncio de los ferrero rocher. Bueno o algo así.
Jueves 14 de Noviembre, 2002
¿Habrá existido alguna vez el conjunto vacío?
Dos conjuntos disjuntos formaban un conjunto vacío... luego hablaban de la lista de los reyes godos.. pero ¿entendió alguien alguna vez que era eso de los conjuntos?, ala!! sí, venga, más, derivadas, integrales, quebrados.. todavía deben de andar miles de ecuaciones de segundo grado esperando a despejar su incógnita. Pero ¿de que coño servia todo aquello?. Luego uno se topa con la realidad más sangrante, se cae un botón y el grito de desesperación es una oposición con nota a emular a tarzan, eso sí, uno puede recitar de corrido los silogismos en versión latina y quedar como dios pero lo de que el botón se sujete a la camisa.. eso si que es para nota.
Enfrentarse por primera vez a una aguja con su hilo y todo para quien ha tenido una madre que se pasaba la vida cosiendo no deja de ser de lo más familiar.. pero solo si se quedará en eso.. el problema empieza cuando son las manos propias las que tienen que enfrentarse a la gran prueba.
La decisión de la batalla por el botón se retrasa todo lo que uno puede y más, pero siempre llega la hora, para todo siempre llega la hora que dicen los filosóficos de la vida. Bueno la frase queda bien pero no deja de tener sus matices, al fin y al cabo la mayoría nos pasamos la vida esperando miles de cosas que no llegan nunca.. pero no es cuestión de irse por otro lado, estamos en la primera fase de la gran prueba, una camisa, un botón bailarín que hay que recoger mil veces del suelo, una caja llena de hilitos de colores y la gran protagonista de la ceremonia: la aguja.
A las primeras de cambio uno se da cuenta de la verdadera naturaleza de una aguja, el aparato en cuestión es una máquina de tortura, domesticada si se quiere, pero de tortura, vas confiado a hacer lo que miles de veces has visto a tu abuela, que con una habilidad pasmosa pasaba el hilo por el diminuto agujero de la punta...pero ¿como lo hacia la buena mujer?... es el primer mosqueo, si una señora vieja, con temblores y operada de cataratas era capaz de enhebrar la aguja como mucho a la segunda que coño estoy haciendo yo intento tras intento sin resultado..
Bueno ningún resultado exactamente no, cada tres intentos y con una precisión matemática la punta de la aguja se clava en algún dedo y la boca se va llenando de hilitos de forma directamente proporcional a los intentos cada vez más desesperados que te llevan a chupar una y mil veces la del hilo para que quede lo más fino posible.
El resultado, al menos de la primera vez, se queda solo en el intento y en autojustificaciones de un mal día por la presión de trabajo, por el perro que no deja de mirarte con cara de lastima o por lo baja que está la calefacción que no logra calentar la punta de los dedos de la mano.. y claro a ver que abuela con la punta de los dedos fría es capaz de enhebrar una aguja.
Además esa camisa ya estaba muy gastada es normal que se le cayeran los botones y es mejor que la dejemos para trapos.
Miércoles, 13 de noviembre
Hasta los recuerdos se amontonan en un rincón cuando el tiempo pasa lentamente
Es simplemente en blanco y negro, digo yo que para que me meto a trastear con las teclas, a exhibir con el pudor de un anonimato todo lo que se me ocurra en un momento, no se si esto podré ponerlo en la página, ni tan siquiera se si he seguido bien todos los pasos, pero necesitaba escribir, necesitaba gritar.. bueno lo de gritar es mucho decir, al fin y al cabo uno solo le da compulsivamente a las teclas para que se mezclen unas cuantas frases sin sentido, así, como vomitando palabras que vienen a la cabeza.
Son cuestiones de recuerdos, de imágenes, de sinceridad, al fin y al cabo tampoco es para lucirse como escritor, ni para buscar cualquier premio planeta de turno, ni tan siquiera para poder presumir delante de los los conocidos.. eso menos que nada.. solo pasar el rato, las largas horas que hay que estar en el trabajo, el aburrimiento en el papeleo continuo que se multiplica a más velocidad que los panes y los peces, la desgana.. la vaguería.
No sé, sentarse medio anfetamínico ante un ordenador es perder el tiempo tanto como pasarse toda la tarde viendo los resúmenes del gran hermano, al final todo viene a ser lo mismo, pasar el tiempo, es donde mejor se demuestra la teoría de la relatividad, la mejor manera de entenderla aunque sea cogiendo la explicación por lo pelos...¿seguro que quería decir Einstein que el tiempo cambia según las circustancias de cada uno?,.. claro, así tendría sentido eso de que todo es relativo, sobre todo si en ese conjunto entra el tiempo, !!Lo largo que se puede hacer ocho horas de trabajo -que no trabajando- y lo corto que se queda una buena merienda con el amor de tu vida de esta semana!!!
Disquisiciones mentales bastante absurdas pero que sirven para matar el rato, siempre volvemos a lo mismo, empujar el tiempo.. uyyy esa frase la escribía mi pareja cuando me mandaba cartas de amor en la distancia.. la repetía muy a menudo, para eso de escribir no era ninguna lumbrera y se repetía en cuanto una frase que a saber de donde la sacaría le parecía poeticamente cursi.. es la edad de pavo.. esas temporadas donde estabamos separados si que se hacían largas -otra vez la teoría de la relatividad- eran otros tiempos.. aunque no sé quizá los tiempos son los mismos y los que hemos cambiado hemos sido nosotros, es como esas películas que las ves de pequeño y sales alucinado y sin embargo las vuelves a ver ahora y acabas dormitando en la butaca.. y eso que es la misma..
Es excitante esto de empezar algo nuevo, escribir las ideas que poco a poco se machacan entre los pensamientos. saldra esto en la red o no?
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